Recordada especialmente en el día de su nacimiento.

24.08.1816 – 28.02.1875
Mercedes, hija del general José de San Martín, tuvo profunda relevancia en la vida de su padre en el exilio, permitiendo que el libertador de América tuviera una vida de familia rica en cuidados y amor filial tanto de su hija como de sus nietas. Sobre Mercedes, José de San Martín escribiera: “El constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis desvelos, haciendo mi vejez feliz: yo le ruego continuar con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido”.
Mercedes Tomasa, hija del General José de San Martín y de María de los Remedios de Escalada, nació en Mendoza en una casa que pertenecía a la familia Álvarez, y que el Cabildo alquilaba a San Martín, durante su estancia como gobernador de Cuyo. Desde allí partió el general al cruce de los Andes. La casa se erigía en lo que hoy es el número 343 de la calle Corrientes y, cuyo edificio desapareció con el terremoto de 1861. Actualmente el predio renovado como sitio arqueológico es un museo y una biblioteca sobre el libertador.
Josefa Álvarez de Delgado y José Antonio Álvarez de Condarco fueron los padrinos de bautismo de Mercedes, realizado el 31 de agosto por el padre Lorenzo Güiraldes, quien también bendijo la bandera del Ejército de los Andes.
Al partir San Martín a su campaña a Chile, Remedios regresó a Buenos Aires con Mercedes, para residir en la casa de los Escalada, abuelos maternos de la niña. José de San Martín sólo volvería a verlas en 1818 cuando la familia fue a vivir a su Chacra Los Barriales. Remedios, que había dado a luz a Mercedes a sus 18 años, había contraído la tuberculosis, que poco a poco se agravó por lo que debió volver a Buenos Aires con su niña para quedar al cuidado de su familia.
Al haber partido San Martín rumbo al Perú como general en jefe de la expedición libertadora en 1820, los Escalada se trasladaron con Mercedes a la quinta de Bernabé, hermano de Remedios, en Parque Patricios, por indicación del médico. Allí Remedios falleció el 3 de agosto de 1823 a los 25 años, con lo que Mercedes queda al cuidado de su abuela Tomasa de la Quintana.
San Martín luego pasa a Chile y más tarde a Mendoza, esperando garantías que no llegan de poder trasladarse a Buenos Aires para estar con su familia. Cuando por fin llega a Buenos Aires el 4 de diciembre, su esposa ya había fallecido el 3 de agosto de 1823.
Mercedes, con 8 años de edad, parte a Europa con su padre el 10 de febrero de 1824 a bordo del navío “Le Bayonnais”. San Martín sigue viaje hacia Inglaterra, donde deja a su hija pupila en Hamsptead College, un internado para niñas, y al cuidado de Mrs Heywood hasta 1825, cuando San Martín se la lleva para vivir en Bruselas junto a su hermano Justo Rufino, tío de la niña. Allí San Martín le escribe a Mercedes las famosas máximas de comportamiento.
El mismo día en que Mercedes cumple 14 años, estalla la revolución en los Países Bajos, con lo que Mercedes y su padre se trasladan a Francia, para radicarse de manera permanente.
Se instalan en una casa de la calle Provence número 32, en París pero al declararse una epidemia de cólera, se mudan a Montmorency, un pueblo pequeño a veinte kilómetros al norte de la capital.
En marzo de 1832, tanto Mercedes como San Martín contraen la grave enfermedad. El médico Mariano Severo Balcarce de 24 años, quien trabajaba en la legación argentina en París,
los atiende y ayuda en su restablecimiento. Mercedes ya con 16 años se restablece a las pocas semanas, mientras que San Martín demora siete meses en sanar. Mercedes y Mariano, en contacto regular, debido a la enfermedad de San Martín, comienzan una amistad que pronto se transforma en amor y deciden casarse con el permiso de San Martín.
El 13 de diciembre de 1832, Mercedes Tomasa y Mariano contraen matrimonio y se embarcan días después hacia Buenos Aires debido a negocios de su esposo. Mercedes da a luz a su primera hija, María Mercedes el 14 de octubre de 1833.
A pesar de los pedidos insistentes de San Martín para que la pareja regrese a Francia con su nieta, es apenas en 1836 cuando Mercedes y Mariano regresan a París para vivir junto a San Martín en rue Neuve Saint Georges, 35.
El 14 de julio de 1836 Mercedes Tomasa da a luz a Josefa Dominga, quien recibe su primer nombre en honor a su abuelo materno y el segundo, su abuela paterna.
La revolución que estalló en 1848 y que dio origen a la Segunda República, lleva a la familia a trasladarse a la ciudad marítima francesa de Boulogne-sur-Mer. Luego de una estadía en un hotel durante varios meses, la familia alquila un segundo piso de un nuevo edificio en el número 5 de Grand rue, propiedad del abogado Henry Adolphe Gerard, con quien la familia San Martín entabla una estrecha amistad.
Mercedes se dedicó incondicionalmente al cuidado de su familia y de su amado padre hasta sus últimos días en Boulogne. El general, falleció en esa localidad francesa el sábado 17 de agosto de 1850, a las 15 horas. Para Mercedes especialmente fue un duro golpe perderlo a los 71 años, luego de años de amorosos cuidados.
Cuatro años más tarde, Mariano Balcarce adquirió, en el pueblo de Brunoy, a veinte kilómetros de París, una mansión que había pertenecido, entre otros, al conde de Provenza, hermano de Luis XVI y quien luego sería el rey Luis XVIII. Allí se mudaron Mercedes, Mariano, María Mercedes y Josefa Dominga.
En 1861, Mercedes sufre otro duro golpe al perder a su hija primogénita a la temprana edad de 27 años. La sepultaron en una bóveda en el cementerio local y también llevaron los restos de su abuelo. Ese mismo año, Josefa se casó con Eduardo María de los Dolores Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina, embajador de México en Francia.
Mercedes Tomasa falleció en Brunoy el 28 de febrero de 1875, a los 58 años; su esposo Mariano lo haría diez años después, el 20 de febrero de 1885.
En 1951 los restos de Mercedes Tomasa, Mariano Balcarce y la hija María Mercedes fueron repatriados y descansan en la Basílica de San Francisco, en Mendoza. Por una ley provincial, se celebra en Mendoza el día del padre el 24 de agosto, en conmemoración del nacimiento de Mercedes, a quien su padre le dedicó las máximas que la recordarían como una de las hijas más famosas en la historia argentina.
“La fatalidad me ha privado de su compañía, pero me ha dado el consuelo de verlo apagarse tranquilamente en nuestros brazos, sin agonía y sin dolor, con la serenidad de la virtud.“ Mercedes Tomasa de San Martín.