29/06/1929 – 15/09/2006
En la semana de su aniversario, una voz fuerte y apasionada del siglo XX, siempre valiente en su disección de la política, el poder y el ego, con sus efectos devastadores para las democracias mundiales.
Periodista y escritora italiana, partisana durante la segunda Guerra Mundial. El ex director del diario Corriere Della Sera la llamó “nuestra más celebrada escritora”. El Los Angeles Times la describió como “la periodista a quien ninguna figura mundial pudo negarle nada”. Como joven periodista, entrevistó a líderes políticos y personajes famosos como el ayatola Jomeini, Yasir Arafat, Indira Ghandi, Lech Walesa, Golda Meir, Henry Kissinger. A raíz de su entrevista con Jomeini publicó un libro llamado Ayatola, cuya publicación está prohibida en Irán. Escribió una serie de artículos y libros sumamente críticos del Islam y los árabes, que crearon gran polémica entre algunas facciones.
Fallaci nació en Florencia, hija de Edoardo Fallaci, ebanista y activista político que luchó contra la dictadura fascista de Mussolini. Con 16 años, Oriana comenzó a trabajar como periodista para costearse los estudios de medicina, pero la mala salud la forzó a abandonarlos. Durante la segunda Guerra Mundial, Oriana conoció las atrocidades de la guerra y, aunque muy joven, se unió a la resistencia. Comenzó su carrera periodística como corresponsal en 1950. Fue corresponsal de guerra en Vietnam, en la guerra entre India y Paquistán, en Medio Oriente y en Latinoamérica. Durante muchos años, Fallaci fue corresponsal especial para la revista política L´Europeo y la revista Epoca. Durante la masacre de Tlatelolco en 1968 a Fallaci le dispararon tres veces, la arrastraron del pelo por las escaleras y el ejército mexicano la dio por muerta.
En los años 70, tuvo un amorío con uno de sus entrevistados, Alexandros Panagoulis, una figura solitaria en la resistencia griega contra la dictadura de 1967. Fue capturado, torturado y encarcelado por su intento fracasado de asesinato contra el dictador y ex coronel Georgios Papadopoulos. Panagoulis murió en 1976, en circunstancias controvertidas en un accidente de tráfico. Fallaci mantuvo que Panagoulis fue asesinado por miembros de la junta militar griega y su libro Un hombre está inspirado en la vida de Panagoulis.
Durante la famosa entrevista de 1972 con Henry Kissinger, éste admitió que la Guerra de Vietnam fue una “guerra inútil” y se comparó a un “cowboy” que cabalga solo adelante de un vagón de tren”. Kissinger luego escribió que fue “la conversación más desastrosa que he tenido con la prensa en toda mi vida”.
Fallaci recibió dos veces el premio periodístico St. Vincent, al igual que el Premio Bancarella en 1971, el Premio Viareggio en 1979, por Un Hombre y el Premio Antibes en 1993.
También dio cátedra en las Universidades de Chicago, Yale, Harvard y Columbia. Sus libros se han traducido a 21 idiomas y ha vendido varios millones de ejemplares en todo el mundo.
En 2002 el Centro Islámico Suizo la demandó por el supuesto contenido racista de La rabia y el orgullo, y la corte suiza pidió su extradición al gobierno italiano, que se negó al afirmar que la constitución italiana protege la libertad de expresión. En 2005, volvieron a demandarla por “ser ofensivos algunos de los comentarios en su libro contra el Islam”. Fallaci a su vez acusó al demandante de haber ordenado su asesinato y difamado al cristianismo.
Fallaci pasó los últimos años de su vida en Nueva York, donde vivió durante varios años con cáncer de pulmón y de pecho, al que se refirió como “el Otro” en sus libros más recientes. Regresó a Italia antes de morir en un hospital de Florencia a los 77 años.
“Para que la gente piense un poco más, fuera de los dogmas con los que nos viene alimentando esta sociedad durante siglos. Para ofrecer historias e ideas que ayuden a la gente a ver mejor, pensar mejor y saber un poco más”. O.F.