28/01/1873 – 03/08/1954
Novelista francesa contemporánea de Marcel Proust, Paul Valery, André gide y Paul Claudel. Sus temas principales: la alegría y el dolor del amor, la sexualidad femenina en un mundo dominado por el hombre. La mayoría de sus obras son autobiográficas, aunque Colette intencionalmente desdibujó los límites entre la ficción y la realidad. Escribió más de 50 novelas y libros de cuentos cortos.
Sidonie-Cabrielle Colette nació en la aldea Borgoñesa de Saint-Sauveur-en Puisaye. Hija del capitán de ejército retirado, Jules-Joseph Colette, quien perdió una pierna en la campaña italiana y trabajaba como recaudador de impuestos. La madre de Colette, Adele Eugenie Sidonie Landoy, conocida como ‘Sidonie’ o ‘Sido’, era un personaje poco común, una persona sumamente objetiva, dedicada a sus mascotas, a sus libros y su jardín. Colette tuvo una infancia feliz en un entorno rural, el escenario de sus muchas novelas.
A los 20 años se casó con el escritor y crítico musical Henri Gauthier-Villars 15 años mayor que ella. Los biógrafos de Colette lo describen como un charlatán literario, un degenerado y un explotador de sus colaboradores.
Bajo el seudónimo de su marido Willy, Colette publicó en un corto período cuatro novelas de la serie Claudina (1900 a 03). En su época, se corrió la voz de que él encerraba a Colette en su habitación hasta que ella escribiera lo suficiente. La serie de cuatro novelas describía las aventuras indecorosas de una joven adolescente. Tuvo gran éxito e inspiró todo tipo de otros productos derivados: un musical, un uniforme Claudine, jabón Claudine, cigarros, y perfume.
Cansada de las infidelidades de su marido, Colette lo dejó en 1905. Luego del divorcio en 1906, Colette se convirtió en actriz de music-hall. Quebrando todas las convenciones sociales de los cánones de comportamiento femenino, en el escenario descubría uno de sus senos y en un sketch mimetizaba la cópula, escandalizando al público del Moulin Rouge. La agente y protectora de Colette, conocida como ‘Missy’, era sobrina de Napoleón III, la Marqueza de Belboeuf. Entre otras amigas de Colette, y posiblemente sus amantes, estaba Natalie Clifford Barney, y la escritora italiana Gabriele d’Annunzzio.
En 1912 Colette se casó con Henri de Jouvenel des Ursins, editor del periódico Le Matin, donde publicó crónicas teatrales y cuentos. Tuvieron una hija, Colette de Jouvenel, quien más tarde dijo que sus padres no le daban atención (su madre no quería hijos). En 1910 Colette publicó La Vagabunda, un cuento sobre una actriz que rechaza al hombre que ama para poder ser independiente.
Durante la Primer Guerra Mundial Colette convirtió la mansión de su marido en St. Malo en un hospital para los heridos. Al terminar la guerra, la invistieron con el título de Chevalier de la Legión de Honor (1920).
Los años 20 le trajeron gran fama. Entró en el mundo de la poesía moderna y la pintura, en cuyo centro estaba Jean Cocteau. Ya en 1927 Colette era constantemente aclamada como la más grande escritora francesa. La mayoría de los protagonistas de las obras de Colette son prostitutas, bisexuales y gigolós, seres socialmente marginados. Colette asociaba el carácter de la mujer con su capacidad de supervivencia. Sus personajes muestran el contraste de la fuerza femenina y la fragilidad que puede llevar al suicidio
En los años 40 Colette retrató sus últimos años en La estrella de la tarde (1946) y El farol azul (1949), donde constantemente cuestiona la relación entre autobiografía y ficción. Gigi (1945) se publicó a sus 72 años. En 1948 se hizo una película basada en la novela y Vincente Minnelli dirigió una versión musicalizada en 1958.
En los años 30 Colette fue aceptada como miembro de la Academia Real Belga y fue la primera mujer que entró en la prestigiosa academia Goncourt. También ganó numerosos premios por su obra literaria. Durante los últimos 20 años de su vida Colette sufrió una forma paralizante de artritis, que comenzó con la fractura del peroné en 1931. Su matrimonio con Henry de Jouvenal terminó 1924.
Desde 1935 estuvo casada con Maurice Goudaket, cuyo negocio de perlas se arruinó durante la Depresión. Colette tuvo que mantenerlo, porque como judío no conseguía trabajo y tuvo que esconderse durante la ocupación alemana en Francia. Colette murió en París y le otorgaron un funeral nacional, a pesar de negársele un servicio religioso católico por haberse divorciado. Miles de personas asistieron a su funeral.
«Con una imagen, a menudo conseguimos aferrarnos a nuestras posesiones perdidas. Pero es la desesperación de perder la que recoge las flores del recuerdo para formar un ramo.» (Mis Aprendizajes, 1936) Colette.
Gabriele D’Annunzio era un escritor italiano, no era una mujer.