Françoise Sagan

  

francoise-sagan.jpg    21/06/1935 – 24/09/2004 

Novelista, dramaturga y guionista francesa, notoria por su vida de extravagancia y rebeldía. Su obra, una descripción objetiva de la amoralidad de las aburridas clases medias se ha traducido a varios idiomas. Escribió su primera novela y su mayor éxito, Buenos días tristeza (1954), a los 19 años.  

Françoise Sagan nació en el pueblo de Cajarc, al sudoeste de Francia, dentro de una familia adinerada. La familia se mudó a Lyon cuando comenzó la 2da Guerra Mundial y Sagan pasó un tiempo en Suiza. Con la liberación de Francia en 1944, la familia regresó a París, donde la echaron de varios colegios de monjas. A los 15 años comenzó a frecuentar clubs nocturnos y salir con amigos para (según su propia descripción) “hablar de chicos, Dios y política”. También comenzó a beber whisky del que siempre escondía una botella en su cuarto. Sagan consiguió entrar en la universidad de la Sorbonne, pero reprobó los exámenes del primer año, principalmente por su activa vida nocturna en París, y nunca llegó a graduarse.  

Ese verano, debido a una lesión durante una salida a navegar, pasó varias semanas en reposo y se puso a escribir su primera novela, Buenos días tristeza. Inmediatamente, la envió al editor Rene Julliard, quien decidió publicarla. Cuando le mostró el libro a su padre y le dijo que se publicaría, él le prohibió que usara el apellido de la familia. Fue así que Françoise, que estaba leyendo En busca del tiempo perdido de Proust, tomó su pseudónimo, Sagan, del nombre de uno de sus personajes. El éxito de Buenos días tristeza en Francia y el extranjero fue rotundo. En 1957 se hizo una película dirigida por Otto Preminger, con Deborah Kerr, David Niven y Jean Seberg. Simon & Garfunkel se basaron en su novela para escribir la canción “Los sonidos del silencio”.  

Sagan viajó a EE UU y allí conoció a Truman Capote.  En 1957, su pasión por los autos veloces casi le cuesta la vida y estuvo en coma durante tres días, a raíz de un accidente en su Aston Martin. Poco tiempo después, en 1958, Sagan se casó con Guy Schoeller, un editor, 20 años mayor que ella y se divorció dos años más tarde. En 1962, Sagan se casó con Bob Westhof, un diseñador de cerámica estadounidense. Aunque tuvieron un hijo, este matrimonio también terminó en divorcio, apenas un año después.
Luego de estos matrimonios fallidos, Sagan tuvo dos relaciones duraderas, primero con la experta en moda Peggy Roche y la directora de la revista Playboy, Annick Geille, quien la contactó para escribir un artículo sobre ella. 

Sagan se convirtió en la representante de la juventud desilusionada y aburrida, aunque potencialmente rebelde. Aunque las obras de Sagan sobre el amor, el matrimonio y el carácter superfluo de la existencia, a menudo han sido consideradas como simple entretenimiento por los críticos del sexo opuesto, la crítica femenina considera sus primeros trabajos de gran valor. El tono de confesión de Buenos días tristeza fue precursor y al mismo tiempo frío, controlado, austero. Al igual que las obras de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, sus personajes solitarios no tienen relaciones felices, e intentan llenar el tiempo entregándose a los placeres. Sus conversaciones diarias revelan la falta de sentido de sus vidas. 

Cuando le ofrecieron entrar en la Academia de Letras francesa, rechazó la invitación y dijo que había leído suficientes libros como para darse cuenta de la diferencia entre el mérito literario de su libro y el alboroto en torno a él. Sagan también se hizo conocer por su gusto por la bebida y el juego y, por épocas, tuvo dependencia de las anfetaminas, la cocaína, la morfina y el alcohol. 

Entre 1954 y 1965 Sagan escribió otras tres novelas que se llevaron al cine con gran éxito, aunque no fueron aclamadas como la primera. En los años 60, Sagan se volcó al teatro, donde con gran talento escribió diálogos agudos con tonos existencialistas.Como simpatizante del presidente Mitterand, Sagan comenzó a participar más activamente en la política y tomó parte en la campaña para incorporar el habeas corpus, reformar las cárceles y contra el racismo y la guerra. 

En Un Chagrin de Passage (1994), Sagan confrontó su propia soledad, al retratar un personaje masculino a quien le dan seis meses de vida, luego de recibir ella misma la noticia de un cáncer inoperable. El libro obtuvo el elogio de la crítica. En la década de 2000, Sagan comenzó a tener problemas graves de salud y en 2002 no pudo asistir a los tribunales para un juicio por evasión de impuestos, que involucraba a François Mitterand. 

Françoise Sagan murió de embolia pulmonar en Honfleur, Calvados. En su comunicado, el presidente Jacques Chirac dijo: «Con su muerte, Francia ha perdido a uno de sus escritores más brillantes y sensibles, una figura eminente de nuestra vida literaria”.
Resulta irónico, sin embargo, ya que las autoridades francesas le habían confiscado todas sus regalías y propiedades, condenándola a la penuria económica, durante los últimos cuatro años de su vida. Por la generosidad de algunos de sus amigos, Sagan no llegó a la indigencia.

Sagan recibió el Premio de la Crítica en 1954 y 30 años más tarde el Premio de Mónaco, por la totalidad de su obra.

«Toda joven sabe sobre el amor. Es sólo su capacidad para sufrir por él la que aumenta.» 

María Montessori

maria-montessori.jpg  31/08/1870 – 06/05/1952

Médica, educadora, filósofa y humanitaria italiana, Montessori fue una pionera en la educación informal, cuyo método de enseñanza se usa en todo el mundo. Éste se basa en la siguiente premisa: “Primero la educación de los sentidos, luego la del intelecto”.

Montessori rompió con los papeles tradicionales entre hombre y mujer, maestro y alumno. No era usual tratar a los niños con un nivel tan alto de respeto, en una época en que se creía que a los niños había que verlos, pero no oírlos.

Maria Montessori nació en Ancona. Su padre, Alessandro Montessori, era un funcionario del gobierno y su madre, Renide Stoppani, era una mujer culta y rica dedicada a la liberación y la unidad de Italia. Sin el apoyo incondicional de su madre, María no habría entrado en la escuela técnica a los trece años, donde comenzó a estudiar ingeniería, pero pronto lo dejó. En cambio, ingresó en la escuela de medicina, de donde se graduó con las notas más altas. Fue la primera mujer graduada de médica en la Universidad de Roma. Enseguida fue nombrada asistente de cirujano y trabajó en un hospital de niños.

En 1898, nació el único hijo de María, Mario Montessori, de su amorío con un colega, el Dr. Montesano. Juntos decidieron mantener la relación y la paternidad de Mario en secreto. A cambio de ese secreto, acordaron nunca casarse con otra persona, cosa que Montesano no cumplió.

María se interesó por las enfermedades infantiles y las necesidades de aquellos considerados  “imposibles de educar” y desarrolló un programa que permitía leer y escribir a niños con problemas de aprendizaje. Procuró enseñarles no a través de la repetición, sino desarrollando ejercicios que los prepararan para adquirir el conocimiento. Estos ejercicios entonces se repetirían: “Mirar se convierte en leer, tocar se convierte en escribir”. El desarrollo personal espontáneo a su propio ritmo.

En  1898 dio una conferencia en el Congreso Educacional de Turín sobre la enseñanza a los discapacitados. El Ministro de Educación quedó impresionado con sus argumentos y la nombró directora de la Scuola Ortofrenica, una institución dedicada al cuidado y la educación de los discapacitados. Su primer éxito fue conseguir que varios de sus alumnos de ocho años hicieran los exámenes estatales de alfabetismo. Los niños no sólo pasaron, sino que obtuvieron notas por encima de lo normal. Un logro considerado “el primer milagro Montessori”. Debido a su éxito con estos niños, se le pidió en 1907 que montara una escuela para niños en un proyecto de viviendas subvencionadas en Roma, llamado «Casa dei Bambini». Esta casa se construyó como parte de la reurbanización de un barrio pobre. El objetivo allí era crear un ambiente favorable para que los niños vivieran y aprendieran allí. Lo más importante era la autodeterminación y los logros personales. Esto suponía desarrollar el interés por los demás y la disciplina, para lo que los niños realizaban ejercicios de la vida práctica. Estos y otros ejercicios permitían un desarrollo paulatino que significaba un desafío para los niños y les permitía juzgar su propio avance.Otro elemento central en el programa de Montessori era la descentralización de la maestra, quien era la “cuidadora” del medio ambiente. Mientras que los niños realizaban sus actividades, la tarea de la maestra era la de observar e intervenir desde la periferia. Montessori complementó este concepto con la noción de una casa de los niños, como medio ambiente estimulante donde los participantes pueden aprender a tomar responsabilidad.

El éxito de esta escuela promovió la apertura de otras escuelas y el interés internacional en los métodos de educación Montessori. También trajo aparejados cuestionamientos sobre la educación “normal” y las razones del fracaso escolar de los niños.


En 1939, la Sociedad Teosófica de India invitó a Montessori, con lo que comenzó una relación especial con este país donde vivió varios años. Con la organización de varios cursos, comenzó el movimiento Montessori. En 1949, cuando viajó a Holanda, nombró un representante para que continuara con sus cursos en su ausencia.Desde 1913, el método Montessori tuvo varios adeptos en EE UU y ya en 1960 se había fundado la Sociedad Montessori Estadounidense. Con la llegada de Mussolini, Montessori se exilió por negarse a actuar contra sus propios principios convirtiendo a niños en soldados. Fue a vivir a España, donde vivió hasta 1936, al estallar la Guerra Civil. Entonces se mudó a Holanda donde se estableció la sede de la AMI. Montessori murió en Holanda luego de una vida dedicada al desarrollo de los niños. Su hijo, Mario estuvo al frente de la AMI hasta su muerte en 1987. Sus primeros trabajos se focalizaron en los derechos de la mujer y la reforma social, y evolucionaron para abarcar un método educativo profundamente innovador, con el que viajó por todo el mundo durante 40 años, dando conferencias, escribiendo y fundando programas de capacitación. Al final de su carrera, el lema “educar por la paz” fue central en su trabajo.  

«Lo esencial es que la tarea provoque tanto interés en el niño que cautive toda su personalidad. Yo estudié a mis niños y ellos me enseñaron cómo debía enseñarles.« M. M. The Absorbent Mind   «Sentí que las deficiencias mentales principalmente presentaban un problema pedagógico, no médico.” M.M.

Hoda Shaarawi

    

 hoda-shaarawi.jpg    23/06/1879 – 12/12/1947 

Activista y líder feminista egipcia, Hoda es considerada una figura central en el feminismo egipcio del siglo XX.

Nació en Al Minya, hija de una adinerada familia egipcia. Pasó sus primeros años en un harén, una experiencia que narra en sus memorias, Años del Harén. Aprendió a leer el Corán y también árabe, persa y turco. Escribió poesía en árabe y en francés. Aunque a los 13 años tuvo que casarse con su primo contra su voluntad, desde joven mostró su espíritu independiente, al entrar sola en una tienda de departamentos de Alejandría para comprarse ropa en vez de que se la enviaran a su casa, comportamiento totalmente impensado para una mujer de su época y condición.

Shaarawi estuvo involucrada en varios proyectos filantrópicos. En 1908, creó la primera organización dirigida por mujeres egipcias, el Mubarrat Muhammad Ali, que ofrecía servicios sociales a mujeres y niños pobres. Para Hoda, la importancia de estos proyectos residía en que la mujer adquiriera conocimientos prácticos y ampliara sus horizontes, al mismo tiempo que desafiaba el concepto predominante de que la mujer es sólo una criatura para el placer que necesita ser protegida.  Fundó el Sindicato de Mujeres Egipcias Cultas en 1914, año en que viajó a Europa por primera vez.

En 1923 Shaarawi fundó y fue la primera presidenta del Sindicato Feminista Egipcio, con el que viajó a Roma para una reunión feminista internacional. En su discurso, Shaarawi expresó que la mujer en el antiguo Egipto tenía un lugar de igualdad con el hombre, que perdió con la dominación extranjera. También expresó que el Islam otorga la igualdad de derechos a la mujer, pero que el Corán es malinterpretado por aquellos en el poder.

A su regreso de Roma, se quitó el velo en público por primera vez, un hito en la historia del feminismo egipcio. Hasta su muerte, Hoda estuvo al frente del Sindicato Feminista Egipcio, que tenía como objetivos principales el voto de la mujer, la educación de la mujer y cambios en la legislación para su posición en la sociedad.

Hoda publicó la revista feminista l’Egyptienne (y al-Misriyya), y representó a Egipto en congresos de mujeres en todo el mundo. Fue instrumental en la organización de la primera Conferencia Feminista Árabe en 1944 y en la formación del Sindicato Feminista Árabe en 1945. También propuso internacionalizar el Canal de Suez y abolir las armas nucleares.

Shaarawi estuvo profundamente involucrada en la lucha nacionalista egipcia contra el dominio británico en 1919. Ayudó en la organización de la primera manifestación de mujeres y fue nombrada presidenta del comité central wafdista. Sin embargo, para su decepción y la de otras mujeres activistas, luego de la independencia, el nuevo gobierno negó el voto a la mujer. Cuando el gobierno prohibió a la mujer la entrada al Parlamento egipcio, Shaarawi estuvo al frente de los piquetes de mujeres de enero de 1924, y entregó una lista de demandas nacionalistas y feministas, que fueron ignoradas por el gobierno wafdista, por lo que presentó su renuncia al comité central.

Aunque sólo algunas de sus demandas fueron satisfechas en vida, Hoda sentó las bases para logros futuros de la mujer egipcia y sigue siendo un modelo del movimiento de liberación, ya que influyó en la vida de millones de mujeres árabes, hombres y niños, trayendo las ideas feministas al mundo árabe.  

Julia de Burgos

 

 

 

julia-de-burgos.jpg  17/02/1914 – 06/07/1953

«De Burgos se adelantó a su época, al entender la relación entre la historia, el cuerpo, la política, el amor, la sumisión y el feminismo que luego sería la base para escritoras como Adrienne Rich y Sylvia Plath.” Publishers Weekly

Julia de Burgos fue una de las poetas más destacadas de Puerto Rico en la primera mitad del siglo XX. Sus orígenes pobres y su herencia africana fueron factores fundamentales para la evolución de la política revolucionaria que de Burgos defendió, como parte del movimiento de independencia de Puerto Rico. Su modo de vida poco convencional, con el divorcio de su primer marido para vivir abiertamente con su amante fue motivo de escándalo, en una época en que ese comportamiento era impensable para la mayoría de las mujeres portorriqueñas.

De Burgos era la hija mayor de una familia pobre y numerosa de 13 hijos. Al nacer Julia, su padre, que trabajaba para la Guardia Nacional y como agricultor, mudó a la familia al barrio de Santa Cruz, donde Julia pudiera tener mejores posibilidades de educación. Allí, en la escuela primaria ya Julia mostró señales de gran inteligencia. Fue gracias a donaciones de los vecinos que Julia pudo entrar en la escuela secundaria. Y así acceder, en 1931, a la Universidad de Puerto Rico en San Juan, donde dos años más tarde obtuvo el título de maestra.

Comenzó a trabajar como maestra en el pueblo de Naranjito, lejos de la Capital, donde Julia se reencontró con los problemas sociales y la pobreza que afectaron su niñez. Ya en la universidad se dedicó a la creación poética. Uno de sus primeros poemas fue el famoso «Río Grande de Loiza». Julia tuvo en esa época contacto con algunos de los poetas modernistas, como Luis Llorens Torres y los vanguardistas Luis Peles Matos y Evaristo Rivera Chebremont. Su temática vital: el feminismo, su vida alborotada y el amor, se expresa a veces con llamativa sencillez, pero profundamente sensual, erótica y desgarradora.
Su preocupación por la injusticia social y su amor por Puerto Rico, se vierten con gran emotividad en una poesía vertiginosa. Su don lírico, junto al contenido erótico y el simbolismo cósmico dan pinceladas para entender un alma agitada que a menudo se sintió perdida. En `Yo misma fui mi ruta,’ de Burgos toca el tema de las restricciones impuestas a la mujer por la sociedad que la fuerza a vivir de acuerdo con leyes y padrones éticos que ella no ha creado.

En los años 30 se unió a una protesta literaria contra el colonialismo europeo y el menosprecio de la cultura africana. El movimiento llamado Negritude, promovía la idea de que los artistas de ascendencia africana debían buscar la inspiración en su herencia africana en vez de basarse en las tradiciones y la estética europeas occidentales. En 1934, se casó con Ruben Rodríguez Beauchamp y dejó la docencia. Durante los tres años de su matrimonio, de Burgos agudizó su conciencia social al trabajar en una guardería infantil. Al mismo tiempo, escribió obras de teatro educativas y canciones para el programa de radio Escuela del Aire, creado por el Ministerio de Educación.

En 1937, el mismo año en que se divorcia de Beauchamp, de Burgos publica en forma privada, su primer volumen de poesía, Poemas exactos a mi misma. De Burgos publicó otros dos volúmenes de poesía, Poema en veinte surcos y Canción de la verdad sencilla (1939), que ganó un premio del Instituto de Literatura portorriqueña, antes de dejar Puerto Rico en 1940 para dirigirse a Nueva Cork. Allí llevó una vida muy activa, dando recitales de su poesía y charlas en diversos centros culturales, casi siempre invitada por portorriqueños allí radicados. También pasó parte del año trabajando como periodista y finalmente partió a Cuba con su nuevo amor, el Dr. Juan Isidro Jiménez Grullón. Se inscribió en un curso de postgrado en literatura y filosofía en la Universidad de la Habana y escribió para la prensa.

Al cabo de dos años regresó a Nueva York, luego de la ruptura de su relación, por lo que entró en depresión y dejó de escribir. Sin embargo, encontró el apoyo para su poesía del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos y trabajó temporalmente como secretaria. Vivió en Nueva York hasta que conoció al poeta, Armando Marín, con quien se casó. La pareja a Washington. La mayor parte de su trabajo publicado en este período es periodístico, especialmente editoriales y entrevistas. En 1946, el Instituto de Literatura Portorriqueña le entregó otro premio por «Ser o no ser la divisa,», un artículo editorial.

Ese mismo año le diagnosticaron una cirrosis provocada por años de alcoholismo. También le encontraron un tumor en las cuerdas vocales, papiloma. Su salud mental y física se deterioró tanto que casi se volvió una reclusa a finales de los años 40. Pasó gran parte del tiempo hospitalizada y ni siquiera la publicación de una nueva colección de poesía, El mar y tú y otros poemas, pudo darle ánimos. En 1952 le extrajeron el tumor de la garganta, pero permaneció meses internada en un hospital de Nueva York. Las cartas que le escribía a su familia en Puerto Rico durante este período muestran su obsesión con la muerte. A comienzos de mayo de 1953, de Burgos salió del hospital y fue a vivir con amigos en Harlem. La última carta que su familia recibió fue del 28 de junio de 1953. En julio, de Burgos desapareció. Luego se supo que la encontraron inconciente en la calle y la llevaron al hospital de Harlem donde murió. La causa de su muerte fue una afección pulmonar. De Burgos no llevaba identificación, de modo que su cuerpo fue enterrado en un cementerio público. Un mes más tarde, la fotografía tomada por el forense llevó a su identificación.

Su marido y sus amigos del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos consiguieron trasladar sus restos a Puerto Rico, donde recibió honores de la Sociedad de Periodistas.
Inmediatamente se hicieron varios homenajes con la presencia de prominentes figuras de las letras hispánicas y de la política por su labor poética y social. Se publicaron varias colecciones con su poesía, en 1961 y 1967. En 1987, la Universidad de Puerto Rico le otorgó el título póstumo de Doctor Honoris Causa por su contribución a la cultura de la isla.  

«En la mano del hombre se defiende la hueca
escultura de normas sobre el tiempo moldeada.»
 J.de B.

«He tenido que dar, multiplicarme,
despedazarme en órbitas complejas…
Aquí en la intimidad, conmigo misma,
¡qué sencillez me rompe la conciencia!.» J. de B.