Anne Morrow Lindbergh

   

      anne-lindbergh.gif   22/06/1906 – 07/02/2001

Pionera en la aviación junto a Charles A. Lindbergh, Jr., su marido. También fue una notable escritora que adquirió reconocimiento literario desde temprana edad. Sus novelas, ensayos y diarios han sido descritos como “pequeñas obras de arte”.

Anne Lindbergh nació en Englewood, Nueva Jersey, hija del empresario, embajador y senador de EE UU, Dwight Morrow y la poeta y defensora de la educación de la mujer, Elizabeth Cutter Morrow. Obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras en 1928 y al año siguiente contrajo matrimonio con Charles A. Lindbergh, a quien conoció en México y con quien tuvo seis hijos.

En los primeros años, los Lindbergh pasaron gran parte del tiempo volando. Anne pronto se convirtió en copiloto y radiooperadora en los vuelos exploratorios de la pareja, que hicieron historia y al mismo tiempo trazaron rutas aéreas para las líneas comerciales. Realizaron estudios aéreos por toda Europa y el Caribe con lo que nació el servicio postal aéreo. En 1931, le otorgaron la licencia de piloto, y volaron en un aeroplano monomotor creando rutas desde Canadá y Alaska hasta Japón y China, viajes que figuran en las crónicas de Anne, su primer libro, North to the Orient. Luego realizaron en el mismo avión un viaje de cinco meses y medio completando 48.000 km de rutas aéreas en el Atlántico Norte y Sur en 1933, tema del libro de Anne Listen! the Wind. Charles describió esta expedición como más difícil y problemática que su épico vuelo de Nueva York a París en 1927 en el «Espíritu de St. Louis».

La National Geographic Society le otorgó a Anne Lindbergh la medalla de oro Hubbard en 1934 por sus logros en los 64.000 km recorridos en vuelos de exploración en cinco continentes junto a su marido. Un año antes, recibió la Cruz de Honor de la Flag Association de EE UU por su participación en el trazado de rutas aéreas transatlánticas. En 1993, Women in Aerospace le concedió el premio especial Aerospace Explorer como reconocimiento por su contribución al campo de la aviación.

Anne Morrow Lindbergh también fue la primera piloto mujer autorizada para volar aviones sin motor en los Estados Unidos.
Es autora de otros 11 libros publicados, que incluyen Earth Shine, en el nos cuenta haber presenciado el primer viaje orbital a la luna del Apollo 8 desde Cabo Kennedy. A partir de las fotos de la Tierra que se obtuvieron desde la órbita, expresa que deben dar a la humanidad “un nuevo sentido de la belleza y riqueza de la tierra”. Es autora del conocido Gift from the Sea, y los cinco volúmenes de diarios y cartas desde 1922 a 1944. Su ensayo Gift from the Sea, escrito en 1955 fue número uno en la lista de libros más vendidos durante semanas.  

 Al cabo de 45 años de matrimonio, Charles Lindbergh murió en 1974. Luego de una serie de apoplejías a comienzos de los años 90, Anne murió en 2001 en su casa de Vermont a los 94 años. Luego de su muerte se descubrió que Charles había tenido tres hijos con una amante a quien mantuvo durante 17 años, un hijo con la hermana de ésta, y posiblemente tuvo otro también con su secretaria, lo que contribuyó a formar el carácter estoico de Anne en las últimas décadas de su vida. 

“Creo que lo que una mujer resiente no es tanto entregarse por completo, sino entregarse en vano.” Anne Lindbergh

Dorar la píldora

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La BBC presenta la noticia con el poder que tienen los medios de manipular la información, con sutileza: 

“La investigación sugiere que el uso de la píldora en general reduce el riesgo de contraer cáncer en la mujer” es el titular que millones de mujeres leerán y se quedarán con su simplicidad, sin ahondar en la complejidad de la información.

Un estudio que comenzó en 1968 en la Universidad de Aberdeen y del que acaban de revelarse los resultados concluye que el uso de la píldora anticonceptiva durante menos de ocho años puede prevenir el cáncer de intestino, ovario o útero, aun quince años después de haber dejado de tomarla.  

Por otro lado, el estudio también revela que su uso durante más de ocho años, aumenta significativamente el riesgo de todo tipo de cáncer, en particular cervical y del sistema nervioso central. Sin embargo, el señor Toni Belfield de Family Planning Association dice que “los beneficios son mayores que los riesgos”. ¿Para quién?  

Los investigadores dicen que estos resultados deben ser motivo de tranquilidad para las mujeres. Si tantas mujeres no se entregaran ciegamente a las opiniones, la información médica y el mandato de la autoridad de uniforme blanco, diría que es una tomadura de pelo. 

El líder de la investigación, el profesor Philip Hannafor, llega a sugerir (usando el negativo de no sugerir) que las mujeres tomen la píldora simplemente para evitar el cáncer. ¡Pero dice que no supondría un riesgo hacerlo!
No les parece a los médicos una manera mucho más segura de evitar el cáncer adoptar una buena dieta alimenticia rica en vegetales y frutas, y abstenerse del uso de productos que contengan químicos.          

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Tres millones de mujeres usan la píldora en el Reino Unido y cien millones en todo el mundo. Se “inventa” todo tipo de drogas para todo tipo de enfermedades, incluso para aumentar la potencia masculina. ¿Se ha investigado el desarrollo de una píldora anticonceptiva masculina? Prácticamente no se ha hecho nada en ese sentido. Ni creo que se logren resultados conclusivos, mientras los que estén al frente de las decisiones en la investigación y sobretodo en la adjudicación de presupuestos para la investigación sean en su mayoría hombres.
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Ana María Moix

      

  ana-maria-moix.jpg    (1947 –     

Poeta, narradora y traductora nacida en Barcelona, donde cursó la carrera de Filosofía y Letras y donde reside. Ana María Moix pertenece al grupo de los novísimos, junto a Gimferrer, Azúa y Panero, entre otros. Fue el único nombre femenino incluido en la antología Nueve novísimos poetas españoles de Josep María Castellet.  

En sus comienzos se ganaba la vida haciendo entrevistas para «Tele/Exprés» y traducciones, mientras tenía una participación activa en la revista «Vindicación feminista» de Carmen Alcalde y Lidia Falcón. «Nosotras -dice- lo tuvimos más fácil que la mayoría, y yo, particularmente, porque no he tenido hijos. Ahora, cuando ves que las tres cuartas partes de la humanidad pasan miseria y que el 70% son mujeres, ves cuánto queda por hacer». 

De adolescente, la muerte de su hermano Miguel de 18 años la marcó. «Yo tenía 15 años y fue muy duro. Ahora la muerte se silencia, se oculta, como las enfermedades, cuando tendríamos que convivir con ella porque está en todas partes.»  

Su familia materna tenía un negocio de pintura y se trasladaron a vivir a la calle Joaquim Costa, el barrio de su infancia y el de su madre, a quien define como distante y fría. «Tal vez porque se sentía insatisfecha, como todas las mujeres inteligentes de una época llena de prejuicios». De su padre, a quien admite haberse acercado un poco más en los últimos años, dice apreciar el sentido del humor y un talante extravagante que rompía con la monotonía. «Fui una niña retraída, solitaria, cerrada, patológica».  

Ana María Moix empezó a escribir a los 12 años y fue su hermano Terenci quien le enseñó el placer del cine y de la literatura. En poesía adquirió fama y prestigio, sobre todo a partir de su inclusión en la Antología Nueve novísimos poetas españoles, que marca una época porque con ella se cierra la poesía del realismo social y empieza la de «Los novísimos».  

Su obra poética, publicada en 1969 y 1972, se inicia con Baladas del Dulce Jim. En 1970 ganó el Premio Vizcaya de Poesía con No time for flowers. Otros títulos en poesía son Call me Stone de 1969 y A imagen y semejanza, 1983-1985, que recoge toda su obra poética. En el campo del reportaje se destaca: “24 x 24” (libro de entrevistas con fotografías de Colita. Ha publicado diversos libros para niños y adolescentes entre otros, Miguelón y La niebla y otros cuentos. 

Los libros más memorables de la narrativa de Ana María Moix comienzan con Julia, 1968 y continúan con Ese chico pelirrojo a quien veo cada día, 1972, Walter, por qué te fuiste, 1973; Las virtudes peligrosas, 1986 Premio Ciudad de Barcelona, 1986; Vals negro, 1994, Premio Ciudad de Barcelona 1995 y Femenino singular, 1994; y De mi vida nada sé, 2002.
La narrativa de Ana María Moix es una indagación permanente en los afectos, los sentimientos, y el comportamiento humano.

Varios de sus libros y relatos se han traducido en Francia, Italia, Alemania, Grecia y Estados Unidos. Alterna la escritura y la traducción (Marguerite Duras, Mercé Rodoreda, Nina Berberova, Samuel Beckett, entre otros autores) con las colaboraciones en revistas y periódicos («La Vanguardia», «El País», y “El Periódico”, entre otros).

En 2004 fue galardonada con el premio Honoris Causa de Aula de Poesía de la Universidad de Barcelona. Actualmente, es directora de Editorial Bruguera.

“Todo sucedió con la máxima sencillez, de acuerdo con lo que
las conveniencias exigen y sin afectación alguna por su parte.
Corazón Amarillo Sangre Azul pronunció su último mensaje:
dejad en paz a los alcohólicos y no olvidéis que los cisnes
cantan antes de morir.” Ana María Moix
 

De aquí no me voy…


Agosto: por excelencia el mes de vacaciones en Europa en el que la mayoría desaparece de las oficinas, las calles y en este caso los blogs.
No así  Mujeres para pensar, que se vio arrancada de su digna tarea para la construcción de una nueva etapa.

De ahí este impasse impensado, involuntario. Junto con la crueldad de la inercia que arrastra el tiempo y nos arrastra dentro hasta conseguir quebrarla, como ahora.

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Aunque sí voy a admitir unas breves vacaciones de playa para lavar la blancura de la piel en el maravilloso Mediterráneo.

Ahora, una vez más, lista para continuar con lo que ya no puede detenerse, como un signo del deseo de conocimiento y desarrollo de tantas Mujeres para pensarOtra vez en Londres para quien quiera. A.G.

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