Barbara Hepworth es una de las escultoras más importantes del siglo XX, contemporánea de Henry Moore, con quien impulsó enormemente el arte moderno en Gran Bretaña.
Hepworth nació en Wakefield, donde cursó sus estudios secundarios. Luego estudió en la escuela de Artes Plásticas de Leeds, donde trabó amistad con Moore y en el Royal College of Art. También estudió en Italia durante un tiempo.
De 1925 a 1931, Barbara estuvo casada con el escultor John Skeaping, con quien viajó a Florencia para estudiar la escultura en el romanesco y principios del renacimiento. En 1931 conoció a su segundo marido, el pintor Ben Nicholson, a través de quien se interiorizó sobre los desarrollos europeos contemporáneos. En los años 30, Hepworth, Nicholson y Moore trabajaron de manera estrecha y se los consideró el núcleo del movimiento abstracto en Inglaterra.
Realizó exposiciones conjuntas de gran relieve con su segundo marido en la Galería Tooth (1932), y Lefevre (1933). Visitaron París, y conocieron a Picasso, Braque, Mondrian, Arp y Brancusi. En 1935 se unieron al movimiento Astraction-Création y también fueron miembros de Unit One. Al estallar la segunda Guerra Mundial, se mudaron a Cornwall. Durante los años de guerra, Hepworth se limitó a producir esculturas pequeñas y dibujos, por falta de materiales y circunstancias personales, habiendo tenido trillizos con Nicholson, además de un hijo de su matrimonio anterior. Hepworth se divorció de Nicholson en 1951.
Sus primeras esculturas fueron casi naturalistas y tenían mucho en común con el trabajo de Moore, aunque ya se veía su tendencia hacia las formas abstractas. Trabajó la madera y la piedra. Hepworth manifestaba una actitud romántica afín emocionalmente con la naturaleza, al describir el trabajo escultórico como “una necesidad biológica, como una extensión de las fuerzas que moldean el paisaje”.
En los años 30 y 40 comenzó a centrarse en el contrapunto entre masa y espacio en la escultura e introdujo la idea de “agujero” en Inglaterra, un elemento que desarrolló con gran sutileza, jugando con la relación entre el exterior y el interior de una figura. En su trabajo se advierte una comprensión profunda de la calidad de los materiales y un nivel superior de destreza para trabajarlos.
En 1950 ya era una de las escultoras más famosas internacionalmente. Recibió varios honores y encargos públicos de prestigio. En esta época, para las piezas grandes, comenzó a trabajar más el bronce.
Hepworth contrajo cáncer de garganta en 1973. Irónicamente, murió de manera trágica en un incendio en su estudio de Cornwall, que hoy día es un museo dedicado a su trabajo. Pueden encontrarse sus esculturas en la catedral de Winchester, en la galería Tate de Londres, Kenwoold House y varias universidades inglesas.
“Nos renovamos constantemente en la contemplación de la naturaleza. Nuestra sensación del misterio y nuestra imaginación se mantienen vivas. Y si la entendemos de manera correcta, nos da el poder de proyectar en un medio plástico una visión universal y abstracta de la belleza.» B.H.