Jane Addams

 

  06/09/1860 – 21/05/1935

Fue la primera mujer en recibir el Premio Nobel de la Paz. Ganó reconocimiento mundial como pionera en el trabajo social en EE UU, como feminista en su filosofía y como internacionalista.

Nació en Illinois en una familia de ocho hijos. Su padre fue un próspero molinero y líder político local  que luego sirvió como senador y luchó en la Guerra Civil. Fue amigo de Abraham Lincoln.

A pesar de tener un defecto congénito en la columna vertebral, y tener que ser hospitalizada esporádicamente, Jane comenzó a estudiar medicina en 1881 contra la insistencia de su padre para que formara una familia, como se esperaba de las jóvenes de su clase social en esa época. Jane no tenía interés en las tareas domésticas y el cuidado de una familia. Quería algo más y su talento como líder ya era evidente. Como táctica de disuasión, su padre envió a su familia en un viaje por Europa durante un par de años. A su regreso su padre falleció, lo que provocó un estado de culpa en Jane y su salud se resintió. Finalmente, tuvo que ser operada de la columna y permaneció incapacitada de movimiento durante un año, en el que tuvo tiempo para pensar.

Una vez recuperada, decidió hacer otro viajé por Europa esta vez con su amiga Elen Starr. Su visita al centro de acción social Toynbee Hall de Londres le dio la idea de abrir un centro similar en Chicago. En 1889, junto a su amiga Starr, alquilaron una mansión en un área pobre de la ciudad y se mudaron allí para la investigación y la mejora de las condiciones en los distritos industriales de la ciudad y crear proyectos educacionales y filantrópicos. Así nació Hull-House.

Dieron charlas sobre las necesidades del barrio, levantaron fondos, y convencieron a jóvenes de familias ricas que ayudaran con el cuidado de niños y enfermos y se interesaran por los problemas de la clase trabajadora. Como creadora y líder del proyecto, Jane conseguía atraer a cientos de personas al igual que la generosidad de patrocinadores. El dinero fluía y en pocos años Hull-House recibía dos mil personas por semana. Con clases para niños por la mañana, reuniones para adolescentes por la tarde y reuniones y clases para adultos durante la noche, pronto también se abrió una galería de arte y una cocina pública. Luego el proyecto se expandió para dar lugar a una cafetería, un club para niñas, un gimnasio con piscina, un taller de arte, una escuela de música, un grupo de teatro, una biblioteca, una oficina de empleos y un museo del trabajo.

Como colega y amiga de los miembros de la Escuela de Sociología de Chicago, Jane tuvo gran influencia a través de su trabajo social aplicado y en 1893 fue coautora del libro Hull-House Maps and Papers que definía los métodos de la Escuela. Trabajó con George Mead en temas de reforma social, incluyendo la defensa de los derechos de la mujer y la erradicación del trabajo de menores.

Los trabajadores apoyaron a Jane para ejercer presión ante el estado de Illinois a que examinara las leyes de menores, los trabajadores, la mujer y la industria. Su trabajo a favor de la reforma económica en beneficio de los trabajadores le significó la crítica y la pérdida de algunas donaciones para Hull-House. Ella misma suplementó ese dinero con los ingresos que recibía de sus conferencias y artículos.

Debido a su merecida notoriedad, el trabajo de Jane adquirió mayor envergadura y otras responsabilidades. En 1905, la nombraron miembro del Consejo de Educación de Chicago y luego presidenta del Comité Administrativo de Escuelas. En 1908 participó en la fundación de la Escuela de Civismo y Filantropía de Chicago y al año siguiente se convirtió en la primera presidenta del Congreso Nacional de Organizaciones Benéficas y Correccionales.

En su área realizó investigaciones sobre obstetricia, consumo de narcóticos, suministro de leche y condiciones sanitarias. Jane sabía que para erradicar la pobreza, era necesario cambiar las leyes. Allí también dirigió sus esfuerzos, directamente a las causas de la pobreza a través de la legislación. Jane creía que la voz de la mujer también debía verse reflejada en la legislación y por lo tanto debía tener el derecho al voto. Pero también pensaba que la mujer debía generar sus aspiraciones e ir en busca de oportunidades para realizarlas.

Para lograr su propia aspiración de acabar con las guerras, en 1906 Jane dio una serie de conferencias en la Universidad de Wisconsin, que luego fueron publicadas con el título de Newer Ideals of Peace (Nuevos ideales de paz). En 1910 recibió el primer título honorario conferido a una mujer por la Universidad de Yale.
Habló en favor de la paz en 1913 durante la ceremonia de conmemoración de la construcción del Palacio para la Paz de La Haya.
También se opuso a la participación de EE UU en la Primera Guerra Mundial. En 1915 aceptó el nombramiento como presidenta del Partido de Mujeres para la Paz y unos meses más tarde fue nombrada presidenta del Congreso Internacional de Mujeres de La Haya convenido por iniciativa de Aletta Jacobs, sufragista de gran talento. Cuando ese congreso luego instituyó La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, Jane Addams fue su presidenta hasta 1929.

Luego de oponerse públicamente a la participación de EE UU en la guerra, Addams fue atacada por la prensa, pero igualmente se entregó al trabajo como asistente de Herbert Hoover en el suministro de víveres para las mujeres y niños de las naciones enemigas, experiencia que relata en su libro Peace and Bread in Time of War (Paz y pan en tiempos de guerra) (1922).
Addams consiguió ver muchas de las cosas por las que luchó convertirse en políticas bajo la presidencia de Franklin Roosevelt.

Nunca se casó, pero vivió durante varios años con Mary Rozet Smith con quien tenía una casa en Maine. Luego de haber sufrido un ataque cardíaco en 1929, Addams nunca recuperó su salud. Incluso el mismo día en que le dieron el Premio Nobel de la Paz en 1931, fue internada en el hospital de Baltimore. Falleció tres días luego de que una operación reveló que tenía cáncer. Miles de personas asistieron a su funeral en Hull-House.

La Asociación por la Paz Jane Addams, entrega un premio anual para libros infantiles que promuevan la paz, la igualdad, el multiculturalismo y las soluciones pacíficas.

Nada puede ser peor que el miedo de haber desistido demasiado pronto, y no haber hecho un esfuerzo más que podría haber salvado al mundo. J.A.

El bien que conseguimos para nosotros mismos es precario e inseguro hasta que no lo es para todos y es incorporado en nuestra vida en común. J.A.

Bessie Head

 

     06/07/1937 – 17/04/1986

Escritora y periodista que se negó a que la llamaran escritora Africana, escritora negra, escritora feminista, escritora revolucionaria. Escribía para todos en cualquier parte. La obra de Bessie resalta el valor de la vida común y la gente humilde.

Bessie nunca conoció a sus padres. Su madre, apodada Toby, estaba internada en el hospital psiquiátrico de Pietermaritzburg y su padre fue un hombre negro desconocido. Bessie nacio y se crió en Sudáfrica en la época del apartheid. Allí sufrió la pobreza, la segregación y fue discriminada por ser mujer. También tuvo que cuidar de su delicado equilibrio emocional.

Hija de una mujer sudafricana de dinero y un sirviente negro, en una época en que las relaciones interraciales estaban prohibidas en Sudáfrica. Debido a la enfermedad mental de su madre, Bessie fue adoptada por una familia blanca. Al darse cuenta de que Bessie no era blanca, la familia la devolvió. Fue criada entonces por una pareja de católicos devotos negros, Nellie y George. Bessie se crió creyendo que Nellie era su madre.

 

Preocupada por el bienestar de Bessie, la madre de Toby enviaba cheques a sus padres adoptivos. Con la muerte de Toby, cuando Bessie apenas tenía seis años, su abuela dejó de enviar dinero y rompió los lazos con su nieta.

Lo único que Bessie supo de su madre es que se llamaba Toby. Nunca supo nada de su padre, cuya identidad fue guardada en secreto.

Luego de terminar la escuela primaria, Bessie fue internada en una escuela anglicana para “niñas de color”. Fue un gran cambio en su vida. Al comienzo no le gustaba ni la disciplina ni la nueva religión, pero pronto se adaptó y comenzó a disfrutar de largas horas en la biblioteca.

 

A los catorce años, la escuela se negó a que visitara a Nellie para la navidad. En cambio, la llevaron a un tribunal donde le dijeron que Nellie no era su madre. “Tu madre era una mujer blanca y tu padre un nativo”, le dijeron. Aunque Bessie imploró con lágrimas que la dejaran ir a casa con Nellie, no se lo permitieron.

Bessie se refugió en los libros. A los dieciséis años, luego de terminar sus exámenes final, se escapó de la escuela y fue a su casa en Pietermaritzburg. Aprobó los exámenes y comenzó un curso docente de dos años. En enero de 1956, a los dieciocho años, Bessie dejó la escuela. Había disfrutado de la vida protegida pupila en una escuela durante seis años. Ahora saldría a la vida real.

 

Obtuvo un puesto como maestra en Durban, mientras que tomaba conciencia de la agitación política en Sudáfrica. No disfrutaba de la docencia debido a la falta de disciplina y el desinterés de los estudiantes. Pronto Bessie estaría al borde de una crisis nerviosa. En 1958 renunció a su trabajo y decidió ser periodista en El Cabo. A los veintiún años compró un billete de tren, se despidió de Nellie y partió a Ciudad del Cabo.

 

Pronto encontró trabajo como corresponsal independiente, la única mujer en el Golden City Post, un periódico para “no blancos”. Alquiló un cuarto en un barrio pobre para “gente de color”.

Al año siguiente se mudó a Johannesburgo para trabajar en la revista Home Post. Allí conoció a renombrados periodistas africanos. Comenzó a involucrarse en la política con un movimiento de liberación. En 1960 fue arrestada durante una manifestación luego de la masacre de Sharpeville. Ese mismo año un conocido artista a quien ella admiraba la agredió sexualmente. Desesperada, tuvo un intento de suicidio. Luego de un tiempo en el hospital, regresó a Ciudad del Cabo. Retomó su trabajo con el Golden City Post, pero cayó en depresión y dejó el trabajo. Cuando se recuperó comenzó su propio diario casero, The Citizen, que expresaba sus firmes opiniones pro-africanistas.

En 1961 conoció al periodista Harold Head, miembro del partido Liberal no racial, con quien se casaría en septiembre. En 1962 tuvieron a su único hijo Howard. Por debajo de la aparente tranquilidad, Bessie comenzó a sentirse alienada de su país y su vida matrimonial, con la creciente brutalidad del Apartheid. Experimentó con poesía y ficción y publicó su primer cuento en The New African. En 1963, Bessie se mudó a casa de su suegra con Howard y dejó a su marido.

 

En 1964, postuló para un trabajo en Serowe y fue aceptada. Cuando el gobierno sudafricano se negó a darle un pasaporte, Bessie consiguió un permiso de salida, con el que no podría regresar más a Sudáfrica. Así dejó el Apartheid para comenzar una nueva vida junto a su hijo.

En Serowe, Bessie trabajó en una escuela primaria, al mismo tiempo que escribía cuentos sobre el lugar. En 1965, dejó la docencia para dedicarse enteramente a la literatura. A pesar de la ocasional ayuda financiera de amigos, Bessie vivía en la absoluta pobreza. Al cabo de un tiempo reinstaló con su hijo en un campamento de refugiados. Allí su suerte cambiaría con la oferta desde Nueva York para que escribiera una novela, Rain Clouds.

En 1968 volvió a Serowe, donde se convirtió en objeto de habladurías que le causaron problemas prácticos y de salud mental. Una vez hospitalizada, las habladurías terminaron y la comunidad aceptó que Bessie tuviera problemas mentales. La dejaron tranquila y Bessie retomó su trabajo creativo en calma una vez más.

Luego de Rain Clouds y la excelente recepción de la crítica en Nueva York y Londres, Bessie comenzó otro libro, Maru y construyó su propia casa donde viviría dieciséis años. El patrón de depresiones y alucinaciones no la dejó, aunque nunca dejó de escribir. Cuando Maru se publicó en 1971, Bessie tuvo una serie de episodios de descontrol y terminó en un psiquiátrico una vez más por una temporada.

Una vez afuera comenzó su libro más difícil, A Question of Power, novela autobiográfica que recibió el aplauso inmediato de la crítica y le trajo el respeto internacional de escritores y lectores.

Otros libros se publicaron con años de retraso por problemas entre editores y algunas malas decisiones de Bessie, con lo que se endeudó y una vez más tuvo problemas financieros. En 1976 la Universidad de Botswana la invitó a dar una charla por primera vez, lo que cambiaría su situación económica para siempre con las constantes invitaciones internacionales.

Aunque Bessie solicitó la ciudadanía en 1977, se la negaron y continuó reportándose a la policía como refugiada. En 1979 le concedieron la ciudadanía sin haberla solicitado, siendo ya una especie de embajadora de Botswana con sus constantes invitaciones al extranjero.

Su ultimo libro, A Bewitched Crossroad: An African Saga apareció en 1984, luego de años de investigación. Es la mayor alabanza a la historia Africana y sus tradiciones. En los años 80 Bessie estaba agotada y sufrió la penosa ruptura con su hijo Howard. Comenzó a beber y su salud de perjudicó con el exceso de peso. Su muerte temprana en 1986 a los 49 años por contraer hepatitis se produjo cuando comenzaba a ganarse el reconocimiento y había salido de la pobreza.

En julio de 2007, la biblioteca de Pietermaritzburg, su ciudad natal, recibió su nombre en su honor.

En 2003 recibió póstumamente la Orden sudafricana de Ikhamanga por su contribución excepcional a la literatura y la lucha por el cambio social, la libertad y la paz.

Su última pieza literaria fue un artículo breve en marzo de 1985. Sus últimas palabras:

 

“Estoy construyendo una escalera a las estrellas. Por eso escribo”. B.H.

 

«Mi mundo se opone al mundo de los políticos… Hacen planes para la gente y les ordenan lo que deben hacer. En mi mundo, la gente planea para sí misma… Es un mundo lleno de amor, ternura, alegría y risas.” B.H.

 

Tamara de Lempicka

 

A pedido de una lectora de MPP…un rostro que no está entre los primeros 200.

 

   16/05/1898 – 18/03/1980

 

Tal vez la pintora más famosa del período art deco. Su estilo singular se desarrolló rápidamente dentro de las influencias del cubismo, representando el lado más frío aunque sensual del movimiento. La técnica de de Lempicka era novedosa, limpia, precisa y elegante.

 

María Gorska nació en una familia polaca prominente, su padre abogado y su madre una mujer de sociedad. Se educó en un internado en Suiza. En 1911,  pasó las vacaciones de invierno en Italia y la riviera francesa, donde por primera vez vio las obras de los grandes maestros de la pintura italiana. En 1912 sus padres se divorciaron y María fue a vivir con su tía Stefa, una mujer adinerada de San Petersburgo, Rusia. En 1913, a los quince años, durante una noche en la ópera, María vio al hombre con quien decidió casarse. Siendo su tío un hombre prominente con muchos contactos, la campaña de María no demoró en dar frutos y en 1916 se casó con Tadeusz Łempicki, un abogado conocido por muchas mujeres, que se vio tentado por la dote sustanciosa, ya que no contaba con una fortuna personal. En 1917, durante la revolución rusa, Tadeusz fue arrestado por los Bolsheviques. María buscó en todas las prisiones durante semanas hasta que lo encontró y consiguió su liberación con ayuda del cónsul sueco. La pareja fue primero a Dinamarca, luego a Inglaterra y finalmente se estableció en París, donde la familia de María también había escapado junto con varias familias rusas de clase alta.

 

En París, los Lempickas vivieron durante un tiempo de la venta de joyas de la familia.

Tadeusz resultó incapaz de buscar trabajo o renuente, con lo que se producían tensiones en el hogar, agravadas con el nacimiento de Kizette.

Ahora conocida como Tamara de Lempicka, la refugiada estudió bellas artes y trabajó día y noche en su obra. Se hizo conocer muy pronto como retratista.

 

Para su primera exposición importante, en Milán en 1925, con el auspicio del conde

Emmanuele Castelbarco, de Lempicka pintó 28 trabajos nuevos en seis meses. Pronto se convertiría en la retratista más conocida de su generación entre la alta burguesía y la aristocracia, con sus retratos de duquesas, duques y personalidades de sociedad.

A través de sus conocidos y amigos, consiguió exhibir sus obras en las salas más prestigiosas de la época. De Lempicka fue criticada y admirada por su reafirmación del pintor Ingres, como se ve en su obra Group of Four Nudes, 1925. A través de Castelbarco conoció al importante escritor italiano Gabriele dAnnunzio, interesada en hacerle un retrato, mientras que él estaba interesado en seducirla. Luego de varias visitas fallidas por parte de ambos, Tamara desistió enfadada y ambos insatisfechos.

 

En 1929, pintó la obra icónica Tamara en el Bugatti verde, su autorretrato para la revista alemana de moda Die Dame. Como sintetizó la revista Auto-Journal en 1974, «el autorretrato de Tamara de Lempicka es la imagen real de una mujer independiente que se hace valer. Una mujer libre.”

 

Tamara ganó su primer premio en 1927. En los años 20 en París, Tamara formaba parte de la vida bohemia. Conoció a Picasso, Cocteau, Gide. Sus aventuras amorosas tanto como hombres como mujeres eran un escándalo de la época. Utilizaba elementos formales y narrativos en sus retratos y desnudos para producir efectos poderosos de deseo y seducción. También en los años 20, Tamara estuvo asociada con mujeres lesbianas y bisexuales de las artes y la literatura como Violeta Trefusis, Vita Sackville-West y Colette. Obsesionada con su trabajo y su vida social, de Lempicka no sólo descuidó a su marido, sino también a su hija, a quien veía rara vez. Cuando Kizette no estaba en el internado en Francia o Inglaterra, se quedaba con su abuela Malvina. Cansado de su arreglo conyugal, su marido la dejó en 1927 y se divorciaron en 1928.

 

En 1928, su mecenas el Barón Raoul Kuffner visitó su estudio y le encargó un retrato de su amante. De Lempicka terminó el retrato y tomó el lugar de su amante en la vida del barón. Viajó a EE UU por primera vez en 1929. Cuando de Lempicka informó a su madre e hija que no regresaría de EE UU para la Navidad de 1929, Malvina se enfureció tanto que quemó la enorme colección de sombreros exclusivos en presencia de Kizette.

Tamara descuidó a su hija pero también la inmortalizó. De Lempicka la pintó repetidas veces, dejando una fantástica serie de retratos: Kizette in Pink, 1926; Kizette on the Balcony, 1927; Kizette Sleeping, 1934; Portrait of Baroness Kizette, 1954-5, etc. En otras obras, las mujeres retratadas también tienden a parecerse a Kizette.

 

De Lempicka continuó su labor artística intensa y su vida social frenética durante la década siguiente. La Gran Depresión no la afectó en absoluto. A comienzos de los años 30, pintó al rey Alfonso XIII de España y a la reina Isabel de Grecia. Los museos comenzaron a exhibir sus obras. En 1933, se casó con el barón Kuffner, un año después de haber fallecido su esposa. El barón la alejó de la vida bohemia y la insertó en la alta sociedad con un título nobiliario incluido. Con gran visión, Tamara le hizo vender todas sus propiedades en Europa del Este para invertir el dinero en Suiza, prediciendo la llegada de la Segunda Guerra Mundial mucho antes que sus contemporáneos.

Con el tiempo, su obra también incluyó retratos de unos cuantos refugiados o personas comunes, y uno o dos santos, además de sus consabidos aristócratas y desnudos.

 

Con la llegada de la guerra, prestó sus servicios junto a muchos otros y consiguió sacar a Kisette de París, con la ocupación Nazi, a través de Lisboa en 1941. Algunas de las obras de este período tienen cierto aire al trabajo de Dalí, como se ve en Key and Hand, 1941. En 1943, la pareja de mudó a Nueva York, aunque viajaban con frecuencia a Europa donde el barón trabajaba para los refugiados.

 

Tamara adoptó un nuevo estilo, usando espátula en vez de pincel. Sus nuevas obras no fueron bien recibidas en la exhibición realizada en 1962, con lo que de Lempicka decidió no volver a exponer su trabajo y se retiró de su vida activa como artista. La llegada del expresionismo abstracto y su edad avanzada dieron un alto a su carrera. En los años 50 y 60, ignorada, a veces volvía a pintar, trabajando obras anteriores utilizando la nueva técnica. Una gran cantidad de obras nuevas y viejas quedaban en el ático o en un depósito.

 

Luego de la muerte del barón Kuffner de un ataque cardíaco en 1962, Tamara vendió la mayor parte de sus posesiones para hacer tres viajes en barco alrededor del mundo. Finalmente se mudó a Houston para vivir con Kizette ya casada y con hijos. Los años que siguieron fueron difíciles, con Kizette como su manager, secretaria y factótum, bajo la personalidad dominante de Tamara.

 

En 1978 Tamara se mudó a Cuernava, para vivir con un grupo de amigos y algunos jóvenes aristócratas. Luego de la muerte de su marido, Kizette cuidó de su madre durante  tres meses hasta que Tamara murió mientras dormía. Sus cenizas fueron esparcidas sobre el volcán Popocatepetl por el conde Giovanni Agusta, de acuerdo con sus deseos.

 

De Lempicka vivió lo suficiente para que, antes de su muerte, la nueva generación descubriera su arte y lo valorara con entusiasmo. En 1973, una retrospectiva atrajo buena respuesta por el mundo del arte, que la redescubrió. También se hizo una obra de teatro basada en su vida. Su obra se encuentra en los museos de arte moderno más prestigiosos del mundo.

 

              

Tamara in Green Bugatti  /  Group of Four Nudes  /  Kizette in Pink