Bessie Head

 

     06/07/1937 – 17/04/1986

Escritora y periodista que se negó a que la llamaran escritora Africana, escritora negra, escritora feminista, escritora revolucionaria. Escribía para todos en cualquier parte. La obra de Bessie resalta el valor de la vida común y la gente humilde.

Bessie nunca conoció a sus padres. Su madre, apodada Toby, estaba internada en el hospital psiquiátrico de Pietermaritzburg y su padre fue un hombre negro desconocido. Bessie nacio y se crió en Sudáfrica en la época del apartheid. Allí sufrió la pobreza, la segregación y fue discriminada por ser mujer. También tuvo que cuidar de su delicado equilibrio emocional.

Hija de una mujer sudafricana de dinero y un sirviente negro, en una época en que las relaciones interraciales estaban prohibidas en Sudáfrica. Debido a la enfermedad mental de su madre, Bessie fue adoptada por una familia blanca. Al darse cuenta de que Bessie no era blanca, la familia la devolvió. Fue criada entonces por una pareja de católicos devotos negros, Nellie y George. Bessie se crió creyendo que Nellie era su madre.

 

Preocupada por el bienestar de Bessie, la madre de Toby enviaba cheques a sus padres adoptivos. Con la muerte de Toby, cuando Bessie apenas tenía seis años, su abuela dejó de enviar dinero y rompió los lazos con su nieta.

Lo único que Bessie supo de su madre es que se llamaba Toby. Nunca supo nada de su padre, cuya identidad fue guardada en secreto.

Luego de terminar la escuela primaria, Bessie fue internada en una escuela anglicana para “niñas de color”. Fue un gran cambio en su vida. Al comienzo no le gustaba ni la disciplina ni la nueva religión, pero pronto se adaptó y comenzó a disfrutar de largas horas en la biblioteca.

 

A los catorce años, la escuela se negó a que visitara a Nellie para la navidad. En cambio, la llevaron a un tribunal donde le dijeron que Nellie no era su madre. “Tu madre era una mujer blanca y tu padre un nativo”, le dijeron. Aunque Bessie imploró con lágrimas que la dejaran ir a casa con Nellie, no se lo permitieron.

Bessie se refugió en los libros. A los dieciséis años, luego de terminar sus exámenes final, se escapó de la escuela y fue a su casa en Pietermaritzburg. Aprobó los exámenes y comenzó un curso docente de dos años. En enero de 1956, a los dieciocho años, Bessie dejó la escuela. Había disfrutado de la vida protegida pupila en una escuela durante seis años. Ahora saldría a la vida real.

 

Obtuvo un puesto como maestra en Durban, mientras que tomaba conciencia de la agitación política en Sudáfrica. No disfrutaba de la docencia debido a la falta de disciplina y el desinterés de los estudiantes. Pronto Bessie estaría al borde de una crisis nerviosa. En 1958 renunció a su trabajo y decidió ser periodista en El Cabo. A los veintiún años compró un billete de tren, se despidió de Nellie y partió a Ciudad del Cabo.

 

Pronto encontró trabajo como corresponsal independiente, la única mujer en el Golden City Post, un periódico para “no blancos”. Alquiló un cuarto en un barrio pobre para “gente de color”.

Al año siguiente se mudó a Johannesburgo para trabajar en la revista Home Post. Allí conoció a renombrados periodistas africanos. Comenzó a involucrarse en la política con un movimiento de liberación. En 1960 fue arrestada durante una manifestación luego de la masacre de Sharpeville. Ese mismo año un conocido artista a quien ella admiraba la agredió sexualmente. Desesperada, tuvo un intento de suicidio. Luego de un tiempo en el hospital, regresó a Ciudad del Cabo. Retomó su trabajo con el Golden City Post, pero cayó en depresión y dejó el trabajo. Cuando se recuperó comenzó su propio diario casero, The Citizen, que expresaba sus firmes opiniones pro-africanistas.

En 1961 conoció al periodista Harold Head, miembro del partido Liberal no racial, con quien se casaría en septiembre. En 1962 tuvieron a su único hijo Howard. Por debajo de la aparente tranquilidad, Bessie comenzó a sentirse alienada de su país y su vida matrimonial, con la creciente brutalidad del Apartheid. Experimentó con poesía y ficción y publicó su primer cuento en The New African. En 1963, Bessie se mudó a casa de su suegra con Howard y dejó a su marido.

 

En 1964, postuló para un trabajo en Serowe y fue aceptada. Cuando el gobierno sudafricano se negó a darle un pasaporte, Bessie consiguió un permiso de salida, con el que no podría regresar más a Sudáfrica. Así dejó el Apartheid para comenzar una nueva vida junto a su hijo.

En Serowe, Bessie trabajó en una escuela primaria, al mismo tiempo que escribía cuentos sobre el lugar. En 1965, dejó la docencia para dedicarse enteramente a la literatura. A pesar de la ocasional ayuda financiera de amigos, Bessie vivía en la absoluta pobreza. Al cabo de un tiempo reinstaló con su hijo en un campamento de refugiados. Allí su suerte cambiaría con la oferta desde Nueva York para que escribiera una novela, Rain Clouds.

En 1968 volvió a Serowe, donde se convirtió en objeto de habladurías que le causaron problemas prácticos y de salud mental. Una vez hospitalizada, las habladurías terminaron y la comunidad aceptó que Bessie tuviera problemas mentales. La dejaron tranquila y Bessie retomó su trabajo creativo en calma una vez más.

Luego de Rain Clouds y la excelente recepción de la crítica en Nueva York y Londres, Bessie comenzó otro libro, Maru y construyó su propia casa donde viviría dieciséis años. El patrón de depresiones y alucinaciones no la dejó, aunque nunca dejó de escribir. Cuando Maru se publicó en 1971, Bessie tuvo una serie de episodios de descontrol y terminó en un psiquiátrico una vez más por una temporada.

Una vez afuera comenzó su libro más difícil, A Question of Power, novela autobiográfica que recibió el aplauso inmediato de la crítica y le trajo el respeto internacional de escritores y lectores.

Otros libros se publicaron con años de retraso por problemas entre editores y algunas malas decisiones de Bessie, con lo que se endeudó y una vez más tuvo problemas financieros. En 1976 la Universidad de Botswana la invitó a dar una charla por primera vez, lo que cambiaría su situación económica para siempre con las constantes invitaciones internacionales.

Aunque Bessie solicitó la ciudadanía en 1977, se la negaron y continuó reportándose a la policía como refugiada. En 1979 le concedieron la ciudadanía sin haberla solicitado, siendo ya una especie de embajadora de Botswana con sus constantes invitaciones al extranjero.

Su ultimo libro, A Bewitched Crossroad: An African Saga apareció en 1984, luego de años de investigación. Es la mayor alabanza a la historia Africana y sus tradiciones. En los años 80 Bessie estaba agotada y sufrió la penosa ruptura con su hijo Howard. Comenzó a beber y su salud de perjudicó con el exceso de peso. Su muerte temprana en 1986 a los 49 años por contraer hepatitis se produjo cuando comenzaba a ganarse el reconocimiento y había salido de la pobreza.

En julio de 2007, la biblioteca de Pietermaritzburg, su ciudad natal, recibió su nombre en su honor.

En 2003 recibió póstumamente la Orden sudafricana de Ikhamanga por su contribución excepcional a la literatura y la lucha por el cambio social, la libertad y la paz.

Su última pieza literaria fue un artículo breve en marzo de 1985. Sus últimas palabras:

 

“Estoy construyendo una escalera a las estrellas. Por eso escribo”. B.H.

 

«Mi mundo se opone al mundo de los políticos… Hacen planes para la gente y les ordenan lo que deben hacer. En mi mundo, la gente planea para sí misma… Es un mundo lleno de amor, ternura, alegría y risas.” B.H.

 

5 comentarios en “Bessie Head

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