Ahora me dicen que no está claro dónde se dejan los comentarios sobre los artículos en particular.
Es verdad que no es obvio… Si al final de cada artículo no hay una caja abierta que diga “Dejar respuesta”,
hay que hacer clic en “Sin comentarios” para que se abra la caja de los comentarios. Obviamente, después de escribirlo, hacer clic en “Enviar el comentario”…
Espero que hayamos superado con esto todos los problemas prácticos… Saludos, A.G.
hola soy graciela y me gustaría compartir lo que he escrito y pienso.
El miedo es algo normal en todo ser humano, ya que es originado por experiencias de vida que nos han generado cierto trago amargo o por el contrario, no hemos estado presente ni hemos vivido dichas experiencias, lo cual nos genera un miedo en la forma que posiblemente podamos reaccionar y actuar.
Hay mucha gente que afirma que los seres humanos tenemos de parecido a los animales el instinto y que por eso llegamos a reaccionar de una manera no tan adecuada, trayendo como consecuencia el sentimiento de culpa por no haber medido las reacciones ante una determinada situación.
Ese instinto que nos puede hacer semejante a los animales, en efecto existe pero de una manera muy diferente, por instinto nosotros los humanos estamos acostumbrados a satisfacer cada una de nuestras necesidades primarias o fisiológicas, como alimentarnos, descansar, hidratarnos hasta las relaciones sexuales. Pero a diferencia de los animales, nosotros contamos con una característica única que nos hace diferentes de los animales y esa es la razón.
El ser humano desde su nacimiento tiene una energía que lo impulsa a la satisfacción de cualquier necesidad, y en el momento de que esa demanda de satisfacción se ve completada, es cuando entra la razón, al darnos cuenta de que los actos realizados para satisfacer dicha demanda fueron los mejores o en su caso no los más óptimos, pero al final de todo hay un aprendizaje.
Por dar un ejemplo: el león tiene una manera muy particular de cazar a su presa, ya es algo técnico, y siempre aplicará lo mismo, ser cauteloso y esperar a que su presa este desprevenida, asecharla y entonces sí, cazarla; por el contrario, el humano no tiende a repetir las mismas técnicas, aunque parezca que sí.
Si vemos más a fondo los actos que estamos acostumbrados a hacer, nos podremos dar cuenta de que hay algo diferente en cada acción que llevemos a cabo, aunque el objetivo sea el mismo, nuestra forma de actuar será diferente. Es aquí cuando el miedo se puede hacer presente, el miedo a vivir las mismas consecuencias ante una circunstancia similar y más adelante ese miedo por repetir un acto erróneo, será lo que nos frenará a futuro, haciendo que nosotros mismos nos pongamos mil y una traba para no llevar a cabo dicha actividad.
Pero qué pasaría si yo les planteara la posibilidad de que existe algo que nos impulsa a cometer los mismos actos y por consiguiente vivir las mismas consecuencias. Pongámoslo así:
Una mujer de 35 años, soltera, sin hijos, con un buen trabajo, un buen salario, independiente, guapa, arreglada y preocupada por su físico, su persona y por verse bien; pero muy desafortunada (por llamarlo de alguna manera) en el amor. Todas sus relaciones amorosas han sido fallidas y dolorosas para ella y por más que trata de ser y de hacer cosas diferentes en cada una de sus relaciones y con sus parejas, al final, la ruptura es inminente y lo peor es que en cada una de las rupturas hay algo de semejante.
Esta mujer que puede ser un prospecto magnifico para cualquier hombre soltero, llega a un punto en el que piensa que no sirve para el amor y que mejor prefiere quedarse sola o esperar a que el hombre de su vida llegue en el momento menos indicado, pero lo chistoso aquí, es que ella ha sido la que ha estado en busca de tener un noviazgo y por consiguiente al ver que su método de conseguir una pareja no ha sido el más adecuado, ella vuelve al pensamiento anterior, al de esperar a que ese gran hombre maravilloso llegue en el momento menos indicado. Y es falso, ya que nunca va a existir ese momento menos indicado, porque siempre está en busca de alguien que pueda llegar a ser afín a ella o satisfacer ese oculto anhelo, el de querer estar sola pero amada.
Cuantas veces no hemos escuchado o dado el mismo consejo a un amigo o amiga, el de:
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Y lo más cómico es de que si llega, pero; ¿Por qué llega en el momento en que supuestamente dejamos de buscarlo?
La respuesta es muy sencilla, no es de que no lo estemos buscado o propiciado, porque siempre estamos en busca de compañía; es simplemente que ese miedo a estar solo o sola, no era más que un deseo, un anhelo por cumplir y ser satisfecho y en el caso de esta mujer, la satisfacción de este deseo, no se podía ver realizado por la duda y el miedo a no saber cómo iba a vivir, actuar y enfrentar dicha satisfacción y al mismo tiempo la incertidumbre de cómo iba a cambiar su comportamiento al desafiar ese gran paradigma de la soledad; pero, ¿Por qué esta mujer a pesar de que a todos sus novios les decía que los amaba y que eran el amor de su vida, los cambiaba?
Esto era porque en cada una de sus parejas, ella veía “realizada” la satisfacción del deseo de saberse sola pero amada. Dado a que ella luchaba constantemente con el paradigma de ¿cómo me voy a amar si estoy sola?
En el momento en que ella lucha contra ese miedo y satisface su deseo de estar sola y amarse por sus propios medios, es ahí cuando nace otro nuevo deseo, el de querer estar ahora si con alguien más para que la amen de la forma en que ella lo hizo consigo misma.
A lo mejor esto es algo confuso y poco entendible, pero es algo que nos pasa cotidianamente, estamos siempre en busca de satisfacer nuestros deseos, porque los humanos somos una caja llena de fantasías y deseos, pero que muchas veces por miedo a satisfacerlos y al no saber qué es lo que va a pasar, los desplazamos hacia actos que en vez de traernos satisfacción nos traen malestares pero que muy en el fondo nos gustan, y eso no es más que actos fallidos al mismo tiempo logrados.
Como el ejemplo de esta mujer, que tenía un novio y lo terminaba, acto seguido, tenía otro novio y lo volvía a terminar, son actos fallidos que se convierten en actos logradas al querer y desear realmente estar sola, pero no sabía cómo estarlo sin dejarse de sentir amada, por eso iba en búsqueda de relaciones fallidas (acto fallido) que al final terminaban y ella se quedaba sola pero se había sentido amada (acto logrado). Fue hasta que supo afrontar ese paradigma y vencer el miedo a quedarse sola que puedo encontrar a alguien con quien compartir su vida.
Saludos, le dare esta pagina a mi esposa para que lea y participe.
lesli no te conosca pero fue lo mejor que hiciste todos los hombres son iguales yo tambien por causas ya no lo soportaba gracias
Muy bueno el sitio. Te enviamos un saludo
Hola me llamo Lesli. Soy una de esas mujeres que ha sufrido mucho pero sali adelante. Deje a mi marido ya no soportaba sus llegadas tardes. Una tiene que separarse de la persona divorciarse. Nosotras las mujeres tenemos que darnos nuestro lugar. No seguir soportarndo a los hombres. Ellos se creen con derechos a nosotras. No dejemos que nos maltraten fisicamente ni sentimentalmente. Todas las mujeres tenemos que luchar por nosotras y mas si tenemos hijos. No hay que hacer sufrir a nuestros hijos. Tenemos que decirles la verdad. Si hay problemas en la casa sentarse con el nino y hablarle que la relacion con su padre ya no funciona. Bueno ese es mi comentario. Cuidense y piensen bien que aca tienen una amiga que las apoya. Adios. Mucha suerte a todas las chicas.
Hola solo para saludar y decir q su pagina es muy interesante, arriba las mujeres!!!!!!!!