Annie Besant

   01/10/1847 – 20/09/1933

Conferencista y escritora que aplicó sus ideas como libre pensadora, atea y reformista social, a los problemas de la mujer y sus derechos

Con la muerte temprana de su padre, Annie Woods tuvo una infancia de dificultades financieras junto a su madre, quien igualmente se aseguró de que recibiera una buena educación gracias al apoyo de una amiga.

En 1867, Annie se casó con  el clérigo Frank Besant con quien tuvo dos hijos. Como la esposa de un clérigo, intentaba ayudar a los feligreses de la iglesia, pero tomó conciencia de que  para eliminar la pobreza y el sufrimiento, cambios sociales profundos eran necesarios más que la ayuda directa. Poco a poco, sus ideas sobre la religión fueron cambiando y al negarse a recibir la comunión, su marido la echó de casa y obtuvo la separación legal y la custodia de su hijo en 1873. Besant se unió a la National Secular Society, que defendía el “libre pensar” y a la conocida organización socialista Fabian Society. El panfleto “Por qué no creo en dios” (1887) fue distribuido extensamente y aún hoy es considerado uno de los mejores resúmenes a favor del ateismo.

En la década de 1870, Annie Besant y Charles Bradlaugh fueron los directores del semanario National Reformer, que defendía ideas avanzadas para la época sobre temas como los sindicatos, la educación nacional, los derechos de la mujer al voto, el control de la natalidad. Este ultimo tema de suma importancia para la mujer trabajadora en una época en que la salud infantil y de la mujer sufría con las humillantes condiciones salariales en familias numerosas. En 1877 Besant y Bradlaugh fueron procesados en el Old Bailey, acusados de publicar un libro obsceno, Frutos de filosofía, que explicaba e ilustraba los diferentes métodos para el control de la natalidad. Fueron absueltos gracias a un tecnicismo jurídico pero el caso lanzó a Besant a la fama como una mujer sin miedo de expresar sus opiniones políticas radicales. Con la publicación de su libro Las leyes de la población, su ex marido luchó por conseguir la custodia de su hija que finalmente obtuvo.

Como periodista y oradora, Besant tuvo el respeto de los oprimidos, al apoyar varias manifestaciones de trabajadores que exigían mejores condiciones. En 1888 ayudó a organizar una huelga de trabajadoras en una fábrica de fósforos en Londres donde trabajaban catorce horas diarias y recibían salarios de hambre, además de las insalubres consecuencias de los gases. Besant divulgó el hecho escandaloso de que el gobierno era conciente del cáncer de hueso que sufrían las trabajadoras por la toxicidad del fósforo que ya era prohibido en Suecia y EE UU. El gobierno británico se negó a prohibirlo alegando que sería “una limitación para el comercio libre”.  A raíz de la publicación de estas condiciones en la revista The Link, la compañía de fósforos Bryant and May obligaron a las trabajadoras a firmar un documento que expresaba su conformidad con las condiciones de trabajo. Quienes se negaron a firmar fueron despedidas. 1400 mujeres hicieron huelga al mismo tiempo que Besant llevó a 50 de ellas al Parlamento británico. Luego de tres semanas la compañía accedió a la mayoría de las exigencias. El hecho de ser las mismas trabajadoras junto a una mujer famosa que les diera una voz fue una gran victoria y un ejemplo de organización para el éxito de esta campaña por sus derechos.

Ávida de reemplazar los conceptos religiosos de su juventud, Besant indagó en la teosofía al conocer en 1887 a Madame Blavatstky, fundadora en 1875 del movimiento religioso, basado en ideas hindúes de karma y reencarnación.

Como miembro y luego líder de la Sociedad Teosófica, Besant visitó la India en 1893 donde llegaría a establecerse y formar parte del movimiento nacionalista hindú y se convertiría en miembro importante del Congreso Nacional Hindú.

Años más tarde, su hijo y su hija volverían a vivir con Besant, mientras trabajaba para Indian Home Rule hasta su muerte en Madras. Sus colegas J. Krishnamurti, Aldous Huxley, Dr. Guido Ferrando, and Rosalind Rajagopal, construyeron la escuela Happy Valley, que luego llevaría el nombre de Besant Hill School en su honor.

“Durante siglos los líderes del pensamiento cristiano han hablado de la mujer como “un mal necesario”, y los santos más venerados por la Iglesia son aquellos que desprecian a la mujer.” A.B.

Un comentario en “Annie Besant

  1. MARIA LUISA CORTÈS DIAZ

    HASTA HOY NO SABIA QUE ESTE PERSONAJE TAN IMPORTANTE EXISTIERA. QUE GUSTO ENTERARME DE ESTO, SUS LIBROS SUENAN MUY INTERESANTES. FISICAMENTE NO ESTA PERO SU ESPIRITU SÌÌÌ ESTARA CON TODAS LAS MUJERES QUE TENEMOS LOS MISMOS IDEALES. ARRIBA TODAS LAS MUJERES CONQUISTADORAS DE SUEÑOS, METAS Y RETOS, HACIENDO REALIDAD SUS ANEHELOS DEL CORAZÒN.

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