Doris Lessing

  
fotoblog1.jpg  22/10/1919 –
 

Considerada una de las escritoras de posguerra más importantes de lengua inglesa, sus novelas, cuentos y ensayos tocan temas importantes del siglo XX

Doris Lessing nació en Persia de padres británicos con el nombre de Doris May Tayler. Su padre, que quedó inválido durante la Primera Guerra Mundial, era empleado en el Banco Imperial de Persia. Su madre había sido enfermera. En 1925, con la ilusión de enriquecerse con el cultivo del maíz en la colonia británica al sur de Rodesia (ahora Zimbabwe) su madre tuvo que adaptarse a la vida dura de la población entre los que consideraba salvajes. Su padre, en cambió no logró adaptarse y fracasó en su intento de adquirir riqueza.

Lessing describe su infancia como una mezcla de momentos de felicidad y mucho dolor. Su madre, obsesionada con la crianza adecuada de una hija, le impuso un sistema rígido de reglas e higiene, para luego internar a Doris en un colegio de monjas, donde las monjas aterrorizaban a sus pupilas con historias de infierno y condena. Más tarde, Doris fue a un colegio secundario en la capital de Salisbury, que muy pronto abandonó a los trece años.

Como otras mujeres del sur de África que nunca terminaron la educación secundaria (entre ellas Olive Schreiner y Nadine Gordimer), Lessing se formó sola como intelectual con la lectura de libros que llegaban de Londres. Sus primeras lecturas fueron: Dickens, Scott, Stevenson, Kipling; luego descubrió a D.H. Lawrence, Stendhal, Tolstoy, Dostoevsky. También pasó los primeros años absorbiendo los recuerdos amargos que su padre tenía de la guerra, como un “veneno”. Luego escribiría: «Todos estamos moldeados por la Guerra, retorcidos por la guerra, pero lo olvidamos».

Queriendo huir de su madre, Lessing dejó su casa a los quince años para trabajar como niñera. Su empleador le prestaba libros sobre política, sociología mientras su cuñado se le metía a la cama para besarla sin mucha habilidad, en lo que Lessing llamó “una fiebre de insatisfacción erótica”. Frustrada con su amante poco hábil, se entregó a fantasías románticas elaboradas. También escribía historias y las vendía a dos revistas sudafricanas.

Su vida constituyó un desafío a su creencia de que el ser humano no puede resistirse a las tendencias de su época, al luchar contra los imperativos biológicos y culturales que la llevaron a casarse y ser madre, sobre lo que comentó: “ Durante la generación de mi madre, era como si la vida de una mujer parara al tener hijos. La mayoría de ellas se volvían bastante neuróticas, creo que por el contraste de lo que intuían en el colegio que podían llegar a ser,  y lo que en realidad hacían con sus vidas”. Lessing creyó ser más libre que otras mujeres de su época por haberse vuelto escritora.

En 1937 se mudó a Salisbury, donde trabajó como operadora durante un año. A los diecinueve años se casó con Frank Wisdom y tuvo dos hijos. Pocos años después, al sentirse atrapada en una persona que temía la destruiría, dejó la familia. Pero se quedó en Salisbury. Pronto se asoció al grupo de lectura del club comunista Left Book. Al poco tiempo de conocer allí a Gottfried Lessing, se casaron y tuvieron un hijo.

Durante los años de posguerra, Doris Lessing se desilusionó cada vez más con el movimiento comunista, y lo dejó en 1954. En 1949, ya vivía en Londres con su hijo. Ese año publicó su primera novela Canta la hierba. La narrativa de Lessing es sumamente autobiográfica, la mayoría a partir de sus experiencias en África. A raíz de sus recuerdos de infancia, su compromiso con la política y sus preocupaciones sociales, Lessing ha escrito sobre los conflictos entre culturas, las injusticias y la desigualdad racial. Así como también sobre los elementos contradictorios de la personalidad individual, y el conflicto entre la conciencia individual y el bien colectivo. Las  historias y novelas que publicó en los años 50 y 60 ambientadas en África, condenan el desposeimiento de los africanos negros por los colonos blancos, y exponen la esterilidad de la cultura blanca en Sudáfrica. En 1956, como respuesta a su valiente franqueza, se la declaró persona no grata tanto en el sur de Rodesia como en Sudáfrica.

Lessing abrió nuevos caminos literarios con su libro El cuaderno dorado (1962), un atrevido experimento narrativo, en el que los múltiples perfiles de una mujer contemporánea son reflejados con increíble profundidad y detalle. Anna Wolf, al igual que Lessing, lucha por alcanzar una sinceridad despiadada con la intención de liberarse del caos, la apatía emocional y la hipocresía que afecta a su generación.

Atacada como «poco femenina» en su descripción del enojo y la agresión femeninas, Lessing respondió: “Aparentemente, para muchos fue una sorpresa lo que muchas mujeres pensaban, sentían y vivían”. Un crítico observó: “Anna Wulf intenta vivir con la libertad de un hombre”.

En los años 70 y 80, Lessing comenzó a explorar una visión casi mística con libros como Instrucciones para un viaje al infierno (1971), Memorias de un superviviente (1974). Otros libros incluyen El buen terrorista (1985) y El quinto hijo (1988).

En 1995 recibió de la Universidad de Harvard un título honoris causa y visitó Sudáfrica para ver a su hija y nietos,  y promover su autobiografía. Fue su primera visita desde que fue deportada en 1956 por sus ideas políticas. Irónicamente, hoy en día allí es una escritora aclamada por los mismos temas por los que fue prohibida 40 años antes. En 1996 estuvo en la lista de nominados para el Premio Nobel de literatura. Lessing ha recibido y sigue recibiendo premios y honores, incluido el XI Premio Internacional de Cataluña en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2001. Doris Lessing continúa publicando, participando en charlas, festivales literarios y lleva una vida literaria intensa principalmente en Londres, a sus 88 años. Ganadora del Premio Nobel de Literatura 2007!


“Yo no pensaba que sería escritora. Yo sólo pensaba todo el tiempo en escapar”. D.L.

Un comentario en “Doris Lessing

  1. Mauro Orizi

    Muy interesante la nota. Acabo de terminar la novela «briefing for a descent to hell» (Instrucciones un descenso al infierno). Aunque me resulto un poco densa su lectura de la primer parte me sentí capturado a partir de su absorción por el Disco de Luz en la plaza y su viaje astral me compenetre aún más. Su final es muy interesante al cuestionar la verdad en el sentido de que «la sensibilidad y percepción extraordinarias del protagonista suponen un inconveniente en una sociedad como la nuestra, partidaria, por encima de todo, del orden». Concuerdo con la idea de que es una novela mística. Saludos!

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