Ishbel Marjoribanks

       

             ishbel-marjoribanks.jpg          14/03/1857 – 18/04/1939

 Escritora y filántropa escocesa, dedicó su vida al trabajo social, en particular para mejorar la vida de la mujer y defender sus intereses. Ishbel fue la primera mujer miembro honoraria de la Asociación Británica de Medicina. 

Nació en una familia de nobles escoceses de Lees, cuyos hombres ocuparon altos cargos en el gobierno y el comercio. Su padre, el barón de Tweedmouth y su madre hija de un abogado rico y orador en la Cámara de los Comunes, le dieron una infancia feliz entre la fastuosa mansión  de cuatro pisos de Londres y las visitas a la casa de campo en las tierras altas de Escocia. Tuvo un hermano y una hermana mayores que ella y un hermano menor que murió de escarlatina siendo niño.

Con ayuda de los sirvientes, aprendió a leer sola a los tres años. A los seis, se carteaba regularmente con su padre. Su educación formal estuvo en manos de profesores particulares y una gobernanta suiza, con quien hablaba en francés y alemán.

El deseo de instruirse y mejorar fue una pasión constante en su vida. Su padre le permitió organizar una escuela dominical en Guisachan para los hijos de los sirvientes y los granjeros arrendatarios de la zona. Uno de sus profesores insistió en que debía continuar su educación en Girton, la facultad para mujeres de Cambridge, pero su padre se negó por considerarlo inadecuado para una joven de su clase. De acuerdo con los deseos de su padre, a los dieciocho años fue presentada en sociedad formalmente ante la corte de la reina Victoria. Seis años más tarde se casaría con el conde de Aberdeen. En 1879 nació su primer hijo, George, a quien le siguieron cuatro más. En Haddo House, en Aberdeenshire, Ishbel de dedicó a ayudar en la educación de sus hijos y también la de los sirvientes y arrendatarios del campo a través de clases nocturnas en el salón del pueblo para los hombres y por correspondencia para las mujeres, a quienes no les permitían salir por la noche. Transformó el único día de vacaciones de verano de los trabajadores, que salían a emborracharse y se metían en problemas, en un día de fiesta sin alcohol en los jardines de Haddo, con juegos, limonada, te y tortas para ocho mil personas.

Además de su trabajo social, a Ishbel le interesaba la política.  Para horror de sus padres, ayudó junto al Primer Ministro Gladstone a que las prostitutas lograran tener una vida más independiente en una misión de rescate de los viernes por la noche.
A pesar de su descontento con la violencia política en Irlanda, más tarde Ishbel tomó la iniciativa de organizar una reunión de todas las facciones políticas irlandesas en conflicto para que cooperaran para aliviar la hambruna por el desastre de la cosecha de la papa. Así lo hicieron y su marido incluso colaboró con 1.500 libras para comprar semillas. Ishbel también ayudó a fundar la Asociación de la Industria de Irlanda. Cuando llegó el día de su partida, el pueblo irlandés salió a la calle para vitorearla a su paso.

Una vez en su hogar, los Aberdeen se embarcaron en un viaje a la India, Australia y Nueva Zelanda. Al regresar a Escocia, Ishbel volvió a  su trabajo como oradora y retomó su labor para la defensa de las mujeres trabajadoras. También comenzó una revista mensual para el servicio doméstico femenino a la que llamo Onward and Upward (Hacia delante y hacia arriba), que incluía una sección para los niños.

Ishbel era muy requerida en todo el Reino Unido por sus discursos inspiradores y de aliento a la mujer. Ella creía que la mejor solución para la pobreza y el hacinamiento que sufrían tantas personas en Gran Bretaña era la emigración a las colonias. Para promover esa causa e investigar las condiciones a que tendrían que enfrentarse los emigrantes, decidió visitar Canadá en 1890. En su trayectoria con su marido, habló con mujeres británicas sobre su experiencia y publicó las experiencias de su viaje en capítulos mensuales de la revista y más tarde en un libro que se llamó Through Canada with a Kodak (Por Canadá con una Kodak).

Luego de un período en Inglaterra en el que Ishbel retomó su trabajo para la promoción de la industria irlandesa, en 1892, Lord Aberdeen fue nombrado Gobernador General de Canadá. Allí volvieron a establecerse e Ishbel continuó influyendo en la política al ocupar un asiento en la cámara de los comunes.

Ishbel habló ante dos mil mujeres en Toronto para discutir la creación del Consejo Nacional de Mujeres, la primera vez que la esposa de un Gobernador General daba un discurso público. Fue la primera presidenta del nuevo consejo que unificaba a todas las organizaciones de mujeres en el país y que continúa creciendo.
Otro de los grandes triunfos de Ishbel fue la fundación de la Orden Victoriana de Enfermeras, otra institución canadiense que la sobrevivió y que suministraba atención a domicilio a las personas de edad avanzada y con enfermedades crónicas.

Durante sus cinco años en Canadá, los Aberdeen viajaron por todo el país y se bromeaba (aunque no tan lejos de la realidad) que Ishbel era realmente la Gobernadora General. Cuando llegó el momento de partir, las demostraciones de afecto fueron innumerables. Al regresar en 1898, retomó la presidencia del Consejo Internacional de la Mujer. Tuvo un papel preponderante en la asamblea de cinco mil mujeres de más de veinticinco países para debatir el papel de la mujer en las profesiones, las artes, la política, la educación, el bienestar social y la paz mundial.

Durante casi cincuenta años, Ishbel, conocida entre los miembros como “la abuelita” fue una líder eficiente y consciente en el movimiento que llegó a agrupar a veinte millones de mujeres, y ejerció una influencia profunda en la realización de las metas de las mujeres en el mundo de posguerra.

In 1906, los Aberdeen regresaron a Irlanda, donde Ishbel tomó especial interés en la salud y en particular la mortalidad infantil y la tuberculosis. Fundó la Asociación Nacional de Salud para la Mujer. Organizó una exposición ambulante por todo el país para promover costumbres para la buena salud hasta en los lugares más remotos.  Con la ayuda del gobierno, la asociación construyó hospitales, dispensarios y clínicas, extendió sus actividades para incluir exámenes médicos y dentales para los escolares, suministro de comidas en las escuelas, clases de primeros auxilios y de cocina, etc. Vendió sus alhajas para ayudar a financiar el programa y solicitó contribuciones de sus amigos ricos en Gran Bretaña. Junto a su marido llevó a cabo un tour para recaudar donaciones en EE UU que duró dos años y medio y que aseguró la continuación del proyecto. 

Al regresar a una Gran Bretaña de posguerra, las propias finanzas que la pareja usó para el servicio público de manera tan generosa, se vieron afectadas. Vendieron parte de sus propiedades en Haddo y se mudaron a Cromar, donde escribieron sus memorias bajo el título We Two (Nosotros dos). La publicación quedó agotada inmediatamente.

Luego de cincuenta y siete años juntos, Lord Aberdeen murió en Cromar de una hemorragia cerebral en 1934. Por no poder hacer frente a los gastos, Ishbel se mudó a una casa de Aberdeen que su hijo mayor le compró.

Contrario a la indicación de su médico, Ishbel se presentó para inaugurar un nuevo edificio del Y.W.C.A. en Birmingham con una plegaria para las nuevas generaciones “que han venido al mundo en tiempos tan difíciles.» Mientras otra guerra se avecinaba, el corazón de Ishbel se detuvo y fue enterrada junto a su marido y compañero en Haddo House.

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