La primera mujer que ocupó el cargo de primera ministra en el mundo, fue líder en Sri Lanka del Partido para la Libertad.
Sirimavo Ratwatte Dias Bandaranaike nació en Ratnapura, Ceilán, hoy día Sri Lanka, en el seno de una familia acomodada. Fue la mayor de seis hijos, cuatro hermanos y una hermana. Su padre fue miembro del Consejo de Estado y del Senado de Ceilán.
Sirimavo se educó en el Convento de St Bridget en Colombo y luego se convirtió en budista practicante. En 1940 se casó con Solomon West Ridgeway Dias Bandaranaike, político y miembro del Consejo de Estado, con quien tuvo tres hijos. En 1940 comenzó a interesarse en el bienestar social y visitaba las aldeas para elevar el estándar de vida de las mujeres, haciendo hincapié en el planeamiento familiar y la educación.
Su marido fue nombrado primer ministro en 1956 pero fue asesinado en 1959. Fue entonces que su partido, el SLFP, invitó a Sirimavo a liderarlo en las elecciones. Obtuvo una victoria decisiva en julio de 1960 para convertirse en Primera Ministra y continuar con el programa de políticas económicas socialistas. Sirimavo también promovió la religión budista, la lengua y la cultura cingalesas.
Su gobierno nacionalizó compañías, bancos y compañías de petróleo, lo que enfureció a los Estados Unidos y Gran Bretaña. También nacionalizó las escuelas que eran todas católicas, y estableció el cingalés como la lengua oficial, decisión que le quitó popularidad con la población tamil, una minoría indignada de que se abandonara el inglés como lengua oficial. En 1964, la crisis económica y la coalición con el Partido Socialista de Ceilán contribuyeron a que perdiera las siguientes elecciones.
En 1970, sin embargo, su colación socialista, Frente Unido, retomó el poder. Una vez más como primera ministra, Bandaranaike nacionalizó la industria, llevó a cabo reformas agrarias, y promulgó una nueva constitución en la que inauguraba la presidencia ejecutiva y transformaba a Ceilán en una república llamada Sri Lanka.
Si bien que su gobierno disminuyó la desigualdad, sus políticas socialistas causaron el estancamiento económico y la cancelación de las ayudas extranjeras. Logró defenderse de las diversas insurgencias internas con su inteligente política extranjera y el apoyo militar de India y Pakistán. Esto, junto con las rivalidades étnicas que no consiguió zanjar, llevaron a que perdiera las elecciones de 1977.
En 1980 el parlamento de Sri Lanka la despojó de sus derechos políticos y fue excluida de todo cargo, pero en 1986 el presidente J.R. Jayawardene le otorgó un perdón y le devolvió sus derechos. En 1988 se presentó como candidata por el SLFP sin éxito pero recobró un escaño en el parlamento en 1989 y se convirtió en líder de la oposición.
Mientras tanto, sus hijos adquirían prestigio político en el SLFP, su hijo Anura, en la facción de la derecha y su hija Chandrika, a quien Bandaranaike favorecía, en la facción de la izquierda. Chandrika pronto lideraría esa facción. Una serie de victorias electorales la impulsaron al liderazgo del la coalición del SLFP, que triunfó en las elecciones parlamentarias en agosto de 1994.
Chandrika fue elegida primera ministra y en noviembre ganó la elección presidencial, contra el candidato del UNP. Así fue que nombró a Sirimavo primera ministra de su gobierno, que en 1995 organizó una campaña militar contra los separatistas Tamil.
En agosto de 2000 Bandaranaike renunció a su cargo debido a su salud delicada y poco después de votar en las elecciones parlamentarias de octubre sufrió un ataque cardíaco y falleció a los 84 años.