14/04/1922 – 10/05/1995
Cineasta feminista de renombre internacional y primerísima figura del cine argentino, también de gran relevancia en el teatro, siendo fundadora y productora del Teatro del Globo en Argentina. A pesar de haber sido educada bajo un régimen estricto, sumamente religioso y en años en los que la mujer no tenía posibilidades de desarrollo reales, su espíritu revolucionario excedió el prototipo de mujer de la época. Su disciplina y su gran interés por la lectura hicieron de María Luisa una verdadera autodidacta.
María Luisa Bemberg nació en Buenos Aires en una de las familias más ricas y poderosas del país, entre otras cosas propietarios de la Cervecería Quilmes y opositores declarados contra Juan Domingo Perón.Se casó a los 20 años y a los 30 ya estaba divorciada con cuatro hijos. En 1949 comenzó a trabajar como empresaria de espectáculos teatrales y fundó el Teatro del Globo con Catalina Wolff.
Fue feminista activa. Además de ser una de las fundadoras de la Unión Feminista Argentina, María Luisa fue una de las co-fundadoras del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, organizado por mujeres artistas y creadoras. Su cine está profundamente vinculado a la problemática de la mujer. Sus relatos se desarrollan en forma de fábulas, tragedias o parodias, con gran sensibilidad y sentido crítico, ya sea basadas en su vida, la literatura argentina, o la historia.
Escribió la obra teatral La margarita es una flor, que usó como base para el guión de la película Crónica de una señora, (1970), de gran éxito de crítica y público. En 1975 escribió Triángulo de cuatro. En 1972 escribió produjo y dirigió su primer cortometraje El mundo de la mujer y en 1978 el segundo Juguetes. Cuando el gobierno quiso censurar su trabajo decidió ir a estudiar a la academia de actores de Lee Strasberg en Nueva York.
Además de haber sufrido la censura militar, María Luisa se dio cuenta de que ningún hombre se interesaría por la conciencia femenina de la manera y con la profundidad en que ella quería abordarla, y alrededor del año 1980 comenzó su propia empresa de producción junto con Lila Stantic con el nombre de GEA Cinematográfica. También fue muy conciente de que si ella misma no se costeaba sus propios proyectos, nunca podría hacer cine. Con GEA negoció su primera co-producción con España. Escribió varios guiones para largometrajes que llevó al cine, entre ellos Señora de nadie (1982). Con la colaboración de Marcelo Pichón Riviere, escribió el guión de Momentos en 1981. En 1983, escribió y dirigió Camila, basado en la trágica vida de Camila O’ Gorman, en colaboración con Beda D’Ocampo Feijoo y Juan B. Stragnaro. Esta película, producida en 1984, le trajo gran reconocimiento internacional y convirtió a María Luisa en una de las primeras cineastas latinoamericanas de gran éxito. Camila fue nominada al Oscar como mejor film extranjero en 1985.
En 1986 escribió Miss Mary con la colaboración de Jorge Goldenberg: tal vez su historia más íntima que relata algunos aspectos de su vida, su niñez y adolescencia así como la clase social a la que perteneció. En 1990 escribió, junto a Jorge Goldenberg y Antonio Larreta, Yo, la peor de todas, basada en el libro de Octavio Paz sobre la vida de Sor Juana Inés de la Cruz. Dentro de la temática de género que trabajó María Luisa, tanto Camila como Yo la peor de todas fueron inspiradas por biografías de mujeres excepcionales. María Luisa dijo: “Camila pierde su vida como Sor Juana pierde su espíritu, no la queman, pero le queman las alas”.
En 1992 escribió junto a Jorge Goldenberg De eso no se habla basado en el cuento homónimo de Julio Llinás. En 1995 colaboró como intérprete en la película La balada de Donna Helena , dirigida por Fito Paéz . El último guión escrito por María Luisa Bemberg “Un extraño verano” basado en el cuento “El Impostor” de Silvina Ocampo lo comenzó alrededor del año 1994, antes de que se diagnosticara su enfermedad. Al morir “Un extraño verano” pasó a manos del equipo de trabajo que colaboró con la directora, entre los que se destaca Alejandro Maci y Jorge Goldenberg. Filmado en 1997 con el título El impostor y dirigido por Alejandro Maci, obtuvo el Segundo Premio Coral a mejor película del año, el Premio Coral de Fotografía y el Premio Coral de Dirección artística del Festival de Cine de La Habana.
Como figura inspiradora para toda una generación de cineastas, además del movimiento feminista Argentino, años más tarde se le preguntó cómo se definía y respondió: “Como una persona que viene de un largo camino, muy arduo y muy solitario.” A partir de su muerte en 1995, las películas de María Luisa Bemberg continúan siendo estudiadas por académicos y críticos de cine, así como estudiosos de los temas de género. También sus películas se siguen presentando en innumerables festivales y retrospectivas. Su trabajo continúa inspirando monografías, estudios para maestrías y doctorados.
“Hice una introspección acerca de la manera en que yo podía,
de alguna manera, intentar modificar la conciencia colectiva de mi país.”
M.L. Bemberg
«Desde mi infancia, sentí una gran frustración, por los dobles valores que se aplicaban a mí y a mis hermanos. Sentía una gran rebeldía y se manifestó especialmente luego de leer El Segundo Sexo de Simon de Beauvoir, que fue como una explosión en la mente de la mayoría de las mujeres de mi generación. Nunca podré expresar mi agradecimiento a ese libro. Fue como un presa que se abrió”. M.L. Bemberg
“Hace años llevo una libreta donde apunto las cosas que los hombres han dicho de las mujeres. Es terrible, desde el Génesis a Ernesto Sábato, de Ortega y Gasset a Henry Miller…” M.L. Bemberg
«De niña no iba al cine. Sólo se me permitía ir una o dos veces al año. Tuve una infancia horrible, donde todo lo que importaba eran mis modales. Tuve poco afecto y un padre muy poderoso que leía las noticias de la bolsa y me hablaba a través de una institutriz. Mi madre era la típica matrona argentina de origen español, muy educada pero sola. Cuando me volví cineasta, traté de vengarla y evitar ser como ella”. M.L. Bemberg
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