Cien años hace que fueron tratadas de locas, histéricas, malas mujeres; que fueron insultadas, humilladas, golpeadas, encarceladas, que no sólo no quisieron escucharlas sino que trataron de hacerlas callar, que la policía las maltrató como si fueran delincuentes.
Y sin embargo, lo consiguieron, aunque les llevó largo tiempo de luchas y sufrimiento. Lograron modificar viejos e injustos modelos de poder y con ellos la percepción popular de un derecho natural para todos. Emmeline Pankhurst fue una de ellas, Emily Davison quien entregó su vida fue otra. Valió la pena. El 6 de febrero de 1918 las mujeres británicas consiguieron el derecho al voto. Era limitado pero fue el comienzo de un largo siglo de reivindicaciones.
Hoy se celebra en todo el Reino Unido, hombres y mujeres lo celebran y rinden homenaje a aquellas pioneras valientes a quienes la sociedad en general les debe una visión de igualdad y respeto.