Anna Barbauld

 

20/06/1743 – 09/03/1825

Prominente poeta inglesa, ensayista y autora de libros para niños. Escribió y publicó diversos géneros y tuvo una carrera exitosa en una época en que era raro en una mujer. Sus manuales fueron un modelo pedagógico por más de un siglo. Sus ensayos demostraban que una mujer podía dedicarse a la política y otras autoras la emularon.

Por sobre todas las cosas, su poesía fue fundamental para el desarrollo del romanticismo en Inglaterra. En ella se inspiraron Coleridge y Wordsworth. Barbauld también fue crítica literaria y su antología de la novela británica del siglo XVIII ayudó a establecer el canon de hoy.

Barbauld nació en Leicestershire. Su padre era director de escuela y ministro de una iglesia presbiteriana. Se crió en una casa en el centro de la plaza del pueblo, que también era una escuela de niños. Su familia tenía una vida acomodada. Barbauld estaba rodeada de niños y aunque su madre intentó disuadirla de su amistad, según la misma Barbauld, “en el pueblo no había nadie con quien hablar”. Barbauld nunca se sintió cómoda con su identidad como mujer y su trabajo literario se centraría en temas sobre la mujer y los valores tradicionales sobre la femineidad en el siglo XVIII.

Barbauld le exigió a su padre que le enseñara los clásicos y luego de mucho acosa él accedió. Así tuvo la oportunidad de aprender latín, griego, francés e italiano y otras materias consideradas no apropiadas para una mujer. La inclinación de Barbauld por los estudios preocupaba a su madre que temía no consiguiera casarse, aunque al mismo tiempo sentía un gran orgullo. El hermano de Barbauld, John Aikin, describió a su padre como “el mejor padre, el más sabio consejero, el mejor amigo y todo lo que pueda producir amor y veneración”. Barbauld desarrolló un lazo muy fuerte con su hermano con quien más tarde trabajaría de manera conjunta.

En 1757, la familia se mudó a la academia de Warrington, donde su padre ocuparía un puesto de maestro. De allí surgirían algunas mentes brillantes como el teólogo Joseph Priestley y el revolucionario francés Jean Paul Marat, quien se cree fue uno de los pretendientes de Barbauld. Archibald Hamilton Rowan también se enamoró de Barbauld y la describió como “poseedora de una gran belleza”. Barbauld recibió muchas ofertas de matrimonio que rechazó.

En 1773, Barbauld mostró su primer libro de poemas a sus amigos, que elogiaron efusivamente y la convencieron que lo publicara. En apenas un año, la colección titulada Poemas, tuvo cuatro ediciones y sorprendió a la propia Barbauld con su éxito. Apenas con ese título se convirtió en una respetada figura literaria. Ese mismo año ella y su hermano John, publicaron Miscellaneous Pieces in Prose, ensayos que en su mayoría escribió Barbauld y por los que fue favorablemente comparada con Samuel Johnson. En mayo de 1774, a pesar de cierto recelo, Barbauld se casó con Rochemont Barbauld, nieto de un hugonote francés y ex alumno en Warrington. De acuerdo con su sobrina Lucy Aikin, “su unión con el Sr. Barbauld fue una ilusión romántica, no un verdadero amor”. Temiendo que Barbauld, con su constitución nerviosa, no pudiera superar el golpe de una ruptura, Anna accedió a casarse con él. La pareja se mudó a Suffolk, donde Rochemont tuvo la oferta de un puesto como maestro en una congregación. Allí, Anna escribió un ensayo sobre el sentimiento religioso y los problemas inherentes a la institucionalización de la religión.

Aparentemente la pareja temió no poder tener un hijo y en 1775, un año después de su matrimonio, Barbauld sugirió al hermano de Anna adoptar uno de sus hijos. Así fue que adoptaron a Charles para quien Anne escribió sus libros más famosos Lessons for Children (1778–9) y Hymns in Prose for Children (1781).

Barbauld y su marido pasaron once años enseñando en Palgrave Academy en Suffolk. Desde el principio, Barbauld no sólo tenía la responsabilidad de estar al frente de su casa, sino también de la escuela. Era la contable, la gobernanta y también hacía la limpieza. La escuela abrió con ocho niños pero cuando los Barbauld la dejaron en 1785, la escuela tenía unos cuarenta, una prueba de la excelente reputación que adquirió. Palgrave reemplazó la disciplina estricta de los colegios tradicionales como Eton, que usaban castigos físicos, con un sistema de “multas y sermones”, e incluso “juicios juveniles” a cargo de los propios estudiantes. En vez de los estudios tradicionales, la escuela ofrecía un programa práctico con énfasis en la ciencia y las lenguas modernas. Anna enseñaba lectura y religión a los niños pequeños, y geografía, historia, composición y retórica y ciencia a los niños de los años superiores. Era una maestra dedicada y producía un informe semanal para la escuela. También escribía piezas teatrales para que los niños montaran cada año. El prominente académico William Taylor que con ella estudió, llamaría a Barbauld “la madre de mi mente”.

En septiembre de 1785, los Barbauld realizaron un viaje a Francia. La salud mental de Rochemont ya no le permitía cumplir con sus obligaciones docentes. En 1787 se mudaron a Hampstead en Londres, donde Rochemont estuvo al frente de una capilla presbiteriana. Fue aquí que Anna trabó amistad con la escritora teatral Joanna Baillie. Aunque ya no tuvieran una escuela a su cargo, no abandonaron su tarea como educadores y a menudo tenían uno o dos estudiantes con ellos, recomendados por amigos personales.

Fue en este período, el auge de la Revolución Francesa, que Barbauld publicó sus ensayos políticos más radicales. Los lectores no salían de su asombro que argumentos tan radicales pero imbatibles salieran de la pluma de una mujer.

En 1791, luego del intento fallido de William Wilberforce por abolir el comercio de esclavos, Barbauld publicó su Epistle to William Wilberforce Esq. On the Rejection of the Bill for Abolishing the Slave Trade, que no sólo lamentaba el destino aciago de los esclavos pero también advertía sobre la degeneración cultural y social en la que Gran Bretaña podía caer si no abandonaban la esclavitud. En 1792, continuó con el tema de responsabilidad nacional en un sermón contra la guerra llamado Sins of Government, Sins of the Nation que argumentaba que cada individuo es responsible por las acciones de la nación.

En 1802, los Barbauld se mudaron a Stoke Newington. Barbauld se alegró de estar cerca de su hermano, John, debido al rápido deterioro mental de su marido. Rochemont desarrolló “una violenta antipatía por su esposa y sufría de ataques de furia contra ella. Un día durante la cena tomó un cuchillo y la persiguió hasta que ella saltó por la ventana. A pesar de la regularidad de estas escenas, Barbauld no dejó a su marido.” Rochemont se ahogó en un río cercano en 1808, un duro golpe para Barbauld.

Cuando Barbauld volvió a escribir, publicó el poema radical Eighteen Hundred and Eleven (1812) que mostraba a Inglaterra como una ruina. La crítica destruyó la obra y ella no volvió a publicar, aunque hoy en día los expertos la consideran su mejor obra poética.

Barbauld murió como una escritora reconocida y una placa recordatoria yace en la capilla de Newington Green.

Barbauld fue considerada por Newcastle Magazine como «sin lugar a dudas la primera de nuestras poetas y una de nuestras más elocuentes y convincentes escritores”. Sin embargo, para 1925 apenas se la recordaba como una escritora moralizadora para niños. Fue solo a partir del advenimiento de la crítica literaria feminista en los años 70 y 80 que Barbauld finalmente fue incluida en la historia de la literatura.

La increíble desaparición de Barbauld del panorama literario se produce por una serie de razones. A pesar de que Wordsworth se lamentó en su momento de no haber escrito él mismo las últimas líneas del poema de Barbauld, «Life» y de que poemas como «Ode to Spring» y «A Summer Evening’s Meditation» fueran aclamados por su elegancia de estructura y fuerza de expresión, uno de los motivos más claros de su invisibilidad posterior, fue el desdén que le echaron encima Samuel Taylor Coleridge y William Wordsworth, poetas que en sus días radicales de juventud buscaron inspiración en su poesía pero que, en sus días más conservadores, desecharon su trabajo. Una vez que estos autores fueron canonizados, sus opiniones prevalecieron. Además, los victorianos veían a Barbauld como “un ícono del sentimentalismo religioso” y “borraron su coraje político, su fuerza intelectual y su talento para el humor y la ironía” una figura literaria que los modernistas despreciaron.

Una vez que el canon fue reexaminado la figura de Barbauld volvió a emerger como una voz vibrante, inflamada, contra los roles de la época, en su intento de crear una hermandad entre las mujeres. Las obras de Barbauld nunca más se reeditaron y solamente se escribió una biografía completa en 2009 Anna Letitia Barbauld: Voice of the Enlightenment in 2009.

“La marca más característica de una gran mente es elegir un objeto importante y seguirlo toda la vida.” A.B

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